1. Trío inesperado con amigo


    Fecha: 09/10/2021, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Edu y Pam, Fuente: CuentoRelatos

    ... tienda departamental y compró para la ocasión. Además traigo un vaso con hielo para servirme refresco. Mientras, tú te aproximas un poco más a él y sigues atendiéndole, como buena anfitriona que eres. Tú haces sentir a todos los que nos visitan que están en su casa. Destapo el vino, te sirvo para que lo pruebes, tomas la copa, y después de la ceremonia de cata, me dices que se siente muy bien y les sirvo en las dos copas. De regreso al sillón, me siento ahora a tu lado, dejándote en medio de los dos. Tú aprovechas, mientras conversamos, para acercarte más y hacer énfasis en algunas cosas de la plática, con tus manos eventualmente, le llegas a tocar su brazo, o me acaricias la pierna. Puedo identificar cierta excitación en tu voz y conversación. No dejas de ser una magnífica anfitriona, y eso ayuda a destensar el ambiente.
    
    En algún momento te paras hacia la cocina para traer más comida y llevar platos que no usamos más. Germán se acerca a mi y con voz seria y comprometida me dice: "con todo respeto, eres muy afortunado, tu esposa es muy agradable, inteligente, además, está muy guapa y luce bien en ese vestido". Yo le agradezco el piropo y le digo que es un privilegio estar a tu lado y le sigo el comentario de lo bien que te ves. A lo lejos me pides ayuda en la cocina y me acerco rápidamente.
    
    Aprovechando que no se ve desde la sala, me aproximo por el pasillo, te abrazo por detrás, te planto un delicado y discreto beso en tu cuello y te digo: te excita el amigo, ...
    ... ¿verdad? Volteas a verme, me das un beso en la boca por respuesta y me dices, es inevitable. Me acerco a tu oído y repito lo que me dijo momentos antes, rematando con un "le gustas, se ve". Tú te sonrojas un poco, guiñas con uno de tus ojos, me das otro beso rápido en la boca, pones en mis manos una charola y regresamos a la sala. Vas por delante, llevando un par de platos en cada mano, lo que hace que tus senos se muevan deliciosos y de seguro le regalas una vista inmejorable a nuestro visitante que te mira absorto.
    
    Al llegar al sillón te hago quedar en medio de los dos de nuevo. Seguimos conversando y me levanto a rellenar las copas de la botella que él compró de camino a la casa y seguimos conversando de todo un poco. No tardan en suceder los brindis por el grato momento que estamos pasando. Tú eres cuidadosa con el vino y vas poco a poco. Él lo apura y le vuelvo a servir. Pones más atención a la conversación con él, sin dejar de observarlo con mayor detenimiento y puedo verte imaginando su cuerpo.
    
    Eventualmente, te incorporas por algo, lo que aprovechas para poner una mano en su hombro y te gusta sentir ese cuerpo musculoso bajo su camisa. Al girarte para pasar frente a él, quedan tus senos a la altura de su cara, te detienes un segundo, lo que le ocasiona sorpresa y admiración por un momento, mientras le es inevitable apreciarlos en plenitud. Todos sonreímos del momento, rompiendo cualquier sensación de incomodidad y te vas a la cocina, moviendo tus caderas a tu paso. El ...
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