Todos se cogen a mi mujer
Fecha: 15/10/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... el imaginar como aquel cuerpo enorme se subía encima del esbelto cuerpo de mi mujer, para penetrarla salvajemente; y principalmente, aquel llamado morboso, el saber que mientras hablaba con Valeria, ella estaba completamente desnuda en los brazos de otro, todo eso me produjeron una erección increíblemente potente.
Mi vida ya no tenía sentido, sin dudas. Completamente desorientado, decidí llamar, a pesar de que era muy tarde, a Marcos, mi mejor amigo.
Cuando comenzó a entender de qué le estaba hablando, se espabiló y me pidió que le cuente todo de nuevo, desde el principio. Yo recapitulé, y angustiado, le expliqué detalle por detalle todo lo que había sucedido.
Se compadeció de mi. Me dijo que Valeria estaba loca, y que era mejor que ni me moleste en buscarla. Me dijo que siempre supo que ella no era buena para mí, pero que no se animaba a decírmelo porque sabía que yo no le haría caso. Me ofreció su apoyo incondicional, y me preguntó si quería que fuera a mi casa. Le dije que no hacía falta, pero que al día siguiente seguramente faltaría al trabajo. Si me quería hacer compañía, era bienvenido. Finalmente me obligó a jurarle que no seguiría leyendo esos relatos. Yo le prometí que no lo haría, y colgué. Sin embargo, si cuando lo llamé ni siquiera había reparado en que podría haber otros relatos, ahora que me lo mencionó no me lo podía sacar de la cabeza. Fui a tomar agua, y a orinar. Volví a la computadora. Debía hacer clic en el nombre Ninfa123 para entrar a su ...
... perfil. Ahí encontraría más verdades desgarradoras. Cliqué, convencido de que ya nada podría sorprenderme, pero por supuesto, me equivoqué.
En su perfil ponía datos reales. Al menos su edad y su lugar de residencia lo eran: treinta años, Buenos Aires. En su presentación se describía fielmente, y explicaba lo aburrida que estaba en su matrimonio. Hasta ahora, nada nuevo bajo el sol. Lo que sí me dejó anonadado era la lista de relatos subidos a la web: había setenta y cinco. ¿Acaso eran todos basados en hechos reales, igual al relato de Leandro? Si solo la mitad lo eran, los cuernos invisibles que salían de mi cabeza eran mucho más grandes de lo que me había animado a imaginar. No pude evitar soltar una carcajada en medio de la noche solitaria.
Había muchos títulos diferentes. Apenas terminaba de leer uno, mi vista se dirigía al siguiente. Pero hubo algunos que llamaron poderosamente mi atención.
Uno de ellos era “Una mamada al chofer de Uber frente a mi casa”, otro era “Mi alumno se animó a tocarme”; luego estaba “Mi marido dura poco”, y finalmente, el más fuerte de todos, “Sometida por el enemigo de mi esposo, parte 4”.
Todos estaban clasificados en la categoría de “infidelidad”, pero también tenían subcategorías. El del chofer de Uber, estaba clasificada en “sexo oral”, el texto que me dedicaba a mi, era de “confesiones”. Desde ya debo aclarar que mi duración no es la gran cosa, pero tampoco soy precoz. El del alumno era de “sexo con maduras”, y “sometida por el ...