1. Ella era casada


    Fecha: 24/10/2021, Categorías: Infidelidad Autor: dmmexico, Fuente: CuentoRelatos

    ... el pelo con ambas manos, tomo la cabeza de lupita, como a veces la llamaba cariñosamente y la empujo más hacia la base de su herramienta, moviendo la cadera en un vaivén hacia adelante y hacia atrás, cogiéndose la cara de su vendedora estrella quien no mostro asco alguno y se dejó penetrar por la boca casi hasta la base, le estaba haciendo una garganta profunda, agradeciendo los orgasmos monumentales que había disfrutado gracias a esa verga.
    
    Ella cerro un poco más la boca, y concentro más sus lamidas y chupetones en el escroto de su amante sudamericano, quien comenzó a emitir un gruñido quedo, pero constante, ella sabía que estaba cerca de recibir su recompensa, ahí, justo en su boca, y redoblo esfuerzos, se sacó la herramienta de su boca y le dijo:
    
    -Papi, dame leche, quiero tu lechita calientita, dame tu semen, me lo quiero tragar y que me veas.
    
    El hombre gruñó, y tensó sus muslos y apretó las nalgas, estallando en un torrente de lefa que mano libre dentro de la boca de la madura mujer casada que cerro sus labios alrededor del hongo cabezón que la alimentaba, procurando tragar lo más posible de ese viscoso liquido banco para evitar que le rociara la cara, o alcanzara su pelo y ropas, la venida del argentino era copiosa, y a pesar de sus esfuerzos, un hilillo de baba y semen cayó sobre su vestido, y escapo por las comisuras de sus labios, manchándole la barbilla de aquel liquido blanquecino, baboso y espeso.
    
    -¡Cuánta leche Jorge, hmmm, es deliciosa, me encanta, ...
    ... me fascina comerme tu semen, es una delicia!
    
    Él siguió gruñendo, tomando a la mujer por la cabeza con ambas manos, las rodillas dobladas y sus músculos con pequeños espasmos tras una explosión orgásmica que disfrutó intensamente.
    
    Guadalupe se levantó de la posición en cuclillas, y busco una caja de pañuelos sanitarios que su jefe siempre tenía encima del escritorio, se limpió la barbilla que sostenía un largo hilillo de baba y mecos, colgando, se tragó los residuos que aun rondaban en su boca, y volteando a ver a su amante, paso una vez más la lengua por sus labios emitiendo un sonido de gusto que motivo que el jefe sonriera satisfecho, acotando:
    
    -Lupita, ¡sos una amante formidable, que delicia de hoyo, y magistral para mamarme la pinga, es usted un diez de mujer!
    
    Ella regresó la sonrisa, y dijo:
    
    -Disfruté mi premio como la mejor vendedora intensamente Jorge, pero, ¿me pegunto si siempre da estos premios a sus vendedoras cada fin de mes?, porque si es así, ¡me esforzaré para ser siempre la numero uno y repetir esta premiación muchas veces!
    
    La infiel mujer metió las manos para ajustarse las pantaletas tras pasar más de cinco pañuelos sanitarios por la extensión de su raja totalmente empapada, ajusto el puente sobre su usada vagina, se cerró el vestido abotonando hasta la parte superior de sus pechos que previamente había regresado a las copas de su sujetador y tomo su bolsa para darse una mano de maquillaje que en ese momento estaba totalmente fuera de sitio, ...