Ella era casada
Fecha: 24/10/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dmmexico, Fuente: CuentoRelatos
... botonadura al frente empezando arriba de sus grandes senos y que terminaba más o menos a la mitad de sus delgados y largos muslos, ella volvió a romper el beso y suplico por segunda vez.
-¡Por favor, aquí no, todos se van a dar cuenta, piense en mí reputación, soy casada!
Sin embargo, la protesta era queda, ahogada por los labios apasionados y esa lengua que la hacía sentir delicioso, al besarla, y, especialmente esa mano que hurgaba en su sexo y que ahora estaba penetrándola con dos dedos, respondiendo involuntariamente abriendo más las piernas al sentir la invasión de sus pliegues vaginales.
Los botones superiores del vestido se abrieron hasta la cintura, sus senos cubiertos por un sujetador color negro, rematados en las copas DD con delicado encaje estaban a la vista, su suave piel a la altura del abdomen estaba expuesta, respiraba entrecortadamente, el asalto amatorio del argentino había logrado romper cualquier tipo de resistencia, y sus jugos manaban incesantemente de su vulva, el hombre volvió a usar su mano izquierda, dirigiéndola a los pechos turgentes de su empleada, metió la mano en el brassiere, extrayendo el seno en su totalidad, por primera vez, el veía el pezón erecto color café, y la aureola de un marrón más claro rematando su blanca piel, haciéndola más llamativa, dejo de besarla y bajo la cabeza para lamer el pezón liberado, le paso la lengua por encima, de abajo hacia arriba, se entretuvo lengüeteándolo con mayor atención, mientras Guadalupe ...
... arqueaba la espalda exponiéndose aún más a su maniobra, estiro la tela del sujetador, y saco el otro pecho, quedando ambos desplegados para su placer.
La mano en su vagina acariciaba su clítoris, después recorría la raja con la palma de la mano completa bañándose de sus jugos, y remataba metiendo uno o dos dedos haciéndola delirar, y la presencia de su ropa interior hecha a un lado no ofrecía estorbo alguno las maniobras del varón que se regodeaba provocándole toda clase de sensaciones en el cuerpo maduro de la mujer que estaba a punto de estallar en su primer orgasmo, ¡hacía tiempo que no sentía esa clase de deseo! y aun cuando su vida sexual con su marido era activa, el grado de excitación ante lo prohibido, y, sobre todo, del lugar y la forma de este escarceo sexual, ¡lo hacían extremadamente excitante!
Por primera vez, Guadalupe se atrevió a romper su actitud pasiva, y bajo la mano hasta la parte frontal del pantalón de su jefe, paso la palma de la mano por enfrente de la bragueta del fino pantalón de casimir, y sintió ese cilindro de carne, duro como una roca, de muy buen tamaño y cargado hacia la zona derecha del cuerpo de su dueño, como aprisionado por la trusa que lo mantenía bajo control, para sus adentros, la mujer pensó “está más grande que la de mi marido” y al palpar su falo de placer, con voz melosa dijo:
-¡Ay qué ricooo! -estirando la última silaba y relamiéndose los labios, el prosiguió masturbándola y sonrió, al ordenarle quedamente:
-Dese vuelta ...