Ella era casada
Fecha: 24/10/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dmmexico, Fuente: CuentoRelatos
... tiempo, para sus adentros pensaba en ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que este cabronazo se la estaba fajando en plena oficina?, ¿Qué estarían pensando quienes estaban afuera de la oficina y vieron al jefe cerrar la puerta con ella adentro?, ¿Cuándo se iba a decidir a metérsela, ya que estaba al borde?
Jorge soltó el agarre en las caderas de su subordinada, extrajo la lengua del ano de la mujer, se incorporó, y desabrocho el cinturón, abrió el botón que sujetaba el pantalón y dejo caer sus pantalones hasta la rodilla, Guadalupe, poso sus manos en el escritorio, y respingo el culo para darle una agradable vista de lo que pronto ese hombre estaría usando para su placer.
Bajo los boxers igualmente hasta la rodilla, y por primera vez en la sesión, su pene estaba libre y al aire, Guadalupe volteo a verlo girando el rostro, pero manteniendo la posición de recibirla, y al otear el instrumento sexual de su jefe no pudo evitar el pensamiento “huuuum, que rica, ¡ve nomas lo que me voy a comer!”. Sin despegar la mirada del pene de su amante le dijo:
-Qué bueno estas Jorge, me gusta mucho tu pene.
-¡Y te va a gustar más cuando lo tengas hasta adentro putita, ya verás!
¡La había llamado puta otra vez! Sin embargo, y viendo la posición en la que estaba, con el vestido abierto al frente con sus tetas expuestas por encima del brassiere, inclinada hacia el escritorio y apoyada en sus finas manos, el vestido remangado arriba de su cintura, con el trasero respingado y las ...
... piernas semiabiertas, ¡sin duda lo parecía!
-Si Jorge, soy tu puta casada, no aguanto más, ¡métemela por favor!
El varón sonrió, la tenía a punto, exactamente donde la quería, anticipando y deseando, el hombre acerco su pene a la raja de la mujer, los labios vaginales estaban algo sueltos y caídos debido a la edad, los muchos amantes que, está seguro, habían gozado de ese agujero, y cinco partos esperaban la embestida.
Paso la cabeza del glande por la labia abierta de Guadalupe, quien ronroneo como gatita al sentir ese enhiesto miembro a la entrada de su cueva de placer, fijo la cabeza en forma de hongo, justo a la entrada del deseado hueco, y comenzó a empujar las caderas para forzar la penetración, sin embargo, la humedad provocada por sus saliva, y los jugos amatorios naturales de ella hicieron que su pene recorriera sin detenerse todo el camino hasta que su pubis topo con las nalgas de la mujer madura que, al sentir la penetración gimió de placer, como dándole su aprobación a aquello que la invadía y la hacía sentir delicioso.
-Ay papacito, que bueno estas, dame duro, dámela toda, así, no me la saques, ¡quiero venirme para ti!
Esas palabras aguijonearon el ego del hombre que comenzó a mover las caderas hacia adelante y hacia atrás, penetrándola completa en cada estocada, sus dieciocho centímetros de verga se iban hasta adentro de la mujer quien se dejó caer sobre los codos en el escritorio, levantando más las nalgas y abriendo más las piernas, la sensación era ...