Ella era casada
Fecha: 24/10/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dmmexico, Fuente: CuentoRelatos
... indescriptible, y, curiosamente ambos pensaban algo similar, ella que finalmente sus finas artes de seducción y estrategia, habían conseguido el objetivo de encamarse a su jefe, mientras él pensaba al seguir en su incesante mete y saca en que, finalmente, la presumida y arrogante mujer casada, la creída de la oficina estaba empinada en su oficina ¡dándole las nalgas!
El argentino aceleraba las penetraciones por momentos, y después, frenaba casi completamente dejando su miembro erecto totalmente dentro de la mujer, ella, al sentir esas pausas, y cuando él se quedaba quieto, meneaba las caderas hacia arriba y abajo, y de lado a lado, dándole a él una sensación deliciosa, su vagina había dejado de estar realmente cerrada o estrecha, pero su abundante humedad y calidez hacía que el falo quedara cubierto de un abrazo delicado y caliente dentro de su cuerpo, no era la estrechez, sino la sola sensación lo que la hacía verdaderamente placentera, y la fricción se intensificaba cuando el quedaba totalmente dentro y ella movía sus caderas.
-Eres una experta mamacita, que rico te meneas, hummm, si dime que te gusta reina, dime que te gusta mi verga.
Ella asintió, moviendo su cabeza hacia arriba y hacia abajo, volteo sobre su hombro y le dedico su cara más sexy, una combinación de aprobación y desafío, boca entreabierta, mirada fija, labios mojados y un gemido que semejaba a un ronroneo constante al sentir su cuerpo invadido por aquel extraño objeto de placer.
Jorge sabía que ...
... el tiempo se agotaba, por primera vez pensó en el reloj, y aunque su masculinidad estaba en pleno deleite amatorio, sabía que no era conveniente que desde su posición se comenzara a rumorar, era jefe de una gran cantidad de empleados, muchas mujeres, y además, era casado, y su esposa tenía contacto directo con muchas de sus empleadas y una de ellas era precisamente aquella a quien tenía empinada en su escritorio metiéndole la verga.
Acelero el mete y saca, Guadalupe ya no aguanto más, aplanando los pies sobre el suelo dejo de estar de puntillas, la tensión sexual y física en sus piernas resultaba ya insostenible, apretó su musculatura abriendo un poco más las piernas y se mordió un labio para ahogar sus ya de por si leves gemidos de placer cuidándose de que no se fuera a escuchar nada a través de la puerta que estaba a solo cinco metros de distancia, el esfuerzo del varón se vio recompensado cuando ella metió la cara en medio de sus brazos y comenzó a temblar incontrolablemente, un poderoso orgasmo sacudía la humanidad de la mexicana quien se mordió una mano para refrenar el grito que quería escapar de su boca al sentir como una descarga de placer recorría todo su cuerpo, sudaba, y un pequeño chorro de un líquido blanquecino escapo de su vagina, bañando la ya de por si empapada espada del hombre, y resbalando por el interior de sus blancos muslos, gotas de su venida caían al piso alfombrado de la oficina de su jefe, quien sin detenerse a contemplar cuan poderoso había sido ...