Le llamaban El Apañao
Fecha: 01/11/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Yo me instalé en el pueblo después de que la empresa para la que trabajaba, decidiera que era hora de prescindir de mis servicios y me incluyeran en el que decían iba a ser el último ERE. Después de mas de 40 años la indemnización no estaba mal, así que, como ya no tenía cargas familiares pues mis hijos estaban casados y tenían hechas sus propias vidas y yo estaba divorciado, pues no me lo pensé mucho y vendí el piso y me trasladé al pueblo. La casa era de una tía abuela y nunca quiso venderla ni alquilarla, así que pude convencerla para que me la alquilara a mí, no quería cobrarme nada, por lo que me comprometí para hacer los arreglos y reformas necesarios a mi cargo. Dediqué bastante tiempo a estos menesteres y no tuve que recurrir demasiado a los servicios de otros profesionales, lo cual dio lugar a que se comentara en el pueblo lo ”apañao” que yo era. A los únicos que recurrí fueron un maestro de obras y un pintor, al primero porque no me veía capacitado para embarcarme en obras y al segundo porque no me apetecía ejercer de pintor.
Cuando di por finalizados los arreglos ya me había hecho con un grupo con el que compartir tertulias y chascarrillos a la hora de los vinos de mediodía, y fue uno de esos días cuando Jesús interrumpió la conversación y se dirigió a mí.
- Oye, Paco, que estaba yo pensando… Tú que eres tan apañao y tan manitas ¿no me podrías hacer el favor de pasarte por mi casa y hacerme un par de apaños? Es que tengo a la parienta que no para de darme el ...
... coñazo cada día. ¡Joder, y llego yo de trabajar como para ponerme a trastear con cosas de las que no entiendo!
- ¿Y esas que cosas qué son, si se puede saber?
- ¡Na, un par de chapucillas!
- Jesús, yo no hago chapuzas. Los trabajos los hago como un profesional o no los hago, por eso he llamado a un pintor y un albañil.
- No, si eso ya lo sé. Lo de chapuza lo digo porque seguramente para ti será cosa fácil, pero para mí…
- Mira, vamos a hacer una cosa, nos vamos un poco antes, nos pasamos por tu casa, miramos lo que hay que hacer y te digo si me veo capaz o no. Pero quede claro, y aquí hay testigos, que no me comprometo a nada. ¿De acuerdo?
- ¡Pues venga, otra y nos vamos!
Lo acompañe hasta su casa y me presentó a su mujer.
- Mira, esta es la Reme. Reme, este es un amigo que viene a ver si puede arreglarnos todo lo que no paras de decirme que hay que arreglar.
- ¿Y qué nos va a costar? ---Muy directa la Reme.
- Vamos a hacer una cosa. Me dice que quiere arreglar, veo si está en mi mano hacerlo y que material se puede necesitar. Por mi trabajo no le voy a cobrar nada, Jesús me ha pedido un favor y yo se lo hago a ustedes, si puedo hacerlo. Solo cobraría el material que sea preciso.
- Bueno si es así, es un buen trato. ---Dijo la Reme, sin dejar de mirarme muy fijamente. Creo que trataba de evaluar si podía fiarse de mí.--- ¡Ah, ya sé, usted es el sobrino de la Manuela G, el que ha arreglado la casa solo! Pues bueno, pase y le enseño lo que este ...