1. Le llamaban El Apañao


    Fecha: 01/11/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... calmando muy despacio, pero todavía mantenía sus manos en mi cabeza y mi boca en su coño, aunque no creo que fuera muy consciente de ello. Cuando se recuperó del todo se incorporó, me miró con la cara arrebolada y bajo de la mesa. Yo pensé “Aquí se acaba todo”, pero no, me tomó de la mano y me llevó hasta una habitación, se despojó de la bata y se sentó en la cama, después se entregó a la tarea de desceñir mi cinturón y despojarme del pantalón y el slip, de la camisa me encargué yo mientras tanto, sin dejar de mirarme a los ojos se apoderó de mi polla y empezó una lenta mamada, yo permanecía de pie frente a ella, ni su postura ni la mía eran de lo más cómodo, así que saqué mi polla de su boca y la tumbé, me tumbé junto a ella acaricié aquellos hermosos pechos y lamí aquellos oscuros pezones, mi manos, lejos de estar parada, acariciaba su empapado coño, nos tumbamos de costado, uno frente al otro y ella me ofrecía sus pechos para que no los dejara de mamar, ya empezaba a gemir de placer de nuevo, separaba sus muslos para facilitar el camino a mi mano y ella acariciaba con pasión mi polla y mis huevos,pero con sumo cuidado.
    
    - ¿Vas a follarme, verdad Paco? Necesito que me folles, no sabes lo mucho que lo necesito. Hazme todo lo que quieras ¡Todo lo que se te ocurra!
    
    - No, Remedios, prefiero que seas tú la que me digas lo que quieres que hagamos.
    
    - Necesito tu leche, Paco, necesito que te corras e
    
    n mí, por eso quiero chupártela, y sacarte todo lo que lleves aquí. ...
    ... ---me decía mientras me acariciaba los huevos.---
    
    Y necesito que me comas el coño otra vez, Paco el coño y el culo, como antes. Y después me follas por donde tú quieras, Paco, por donde quieras.
    
    -
    
    Lo que tú quieras y por donde tú quieras, Remedios. Yo quiero darte todo el gusto del mundo.
    
    - ¡Ay, Paco con eso que me dices, ya casi me corro
    
    Se puso encima de mí, dejando su coño y culo a mi entera disposición. Ella empezó una ruidosa succión de mi polla, tenía un estilo muy particular, se tragaba toda la polla que podía y luego se la sacaba de un tirón dando lugar a un ruido parecido al descorche de una botella, al mismo tiempo amasaba mis huevos con suavidad.
    
    -¡Que polla más rica, Paco, que rica!
    
    Yo introduje dos de mis dedos en su coño y los retorcía y movía de un lado a otro en un continua exploración con el fin de averigua donde estaban sus zonas más sensibles,
    
    y me pareció que estaban en la zona profunda más próxima al ano, así que allí fue donde puse mi empeño. No debí fallar por mucho pues Remedios dejaba la mamada para jadear y gemir, eso me animaba a insistir en esa zona, su culo bajaba y subía y cuando se acordaba de su tarea, aceleraba su mamada y la fuer
    
    z
    
    a de su succión.
    
    - ¡No puedo más, Paco, no puedo!
    
    Se echó hacia delante y, sin darse la vuelta, se empaló con mi verga de un solo viaje. Literalmente me cabalgó. Yo no podía hacer nada, me conformé al princ
    
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    io con acariciar su culo, pero después pensé que, precisamente ese ...
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