Putachas nalgonas (Cap. 8) - Relatos Eróticos

Putachas nalgonas (Cap. 8)

... importe con intereses del préstamo que le habían solicitado algunos meses atrás y que por tanto era el momento de finiquitar con todo e intereses generados.

El Ama sabía perfectamente que sus amigas no estaban en la posibilidad de cubrir el préstamo en su totalidad y que seguramente iba a rogar por esperarlas un tiempo más, sin embargo para su Alteza era el momento de usar esa deuda a su favor. Tal y como había calculado sus amigas pidieron ser esperadas por un plazo mayor, ya que por el momento no estaban en posibilidades de regresarle el dinero prestado. Su Alteza les hizo ver que el préstamo lo habían solicitado para ser pagado a tres meses y según sus libros ya llevaban seis meses sin siquiera haber llamado pidiendo una ampliación de tiempo de pago, así que tendrían que liquidar su adeudo.

El Ama se dio cuenta de la cara de angustia de sus amigas al no tener con que pagar el préstamo y mucho menos los intereses generado, transcurrieron unos cuantos segundos cuando el Ama vio llevarse a cabo lo que ella sabía de antemano lo que iba a ocurrir, fue testigo al ver como sus queridas amigas con lágrimas de verdadera angustia se dirigían a ella suplicantes que les perdonara los intereses.

Sabiendo que tenía la partida ganada, el Ama dijo:

Existe una posibilidad de que quede saldada su deuda conmigo sin tener que darme un solo peso. Las amigas ya estando arrodilladas y aun con lágrimas preguntaron ¿dinos de tendríamos que hacer? El Ama sabiéndose triunfante les ...

... respondió de la siguiente manera:

Ustedes me deben una buena cantidad de dinero, sin embargo si hacen algo para mí, esa deuda podría cancelarse de manera definitiva, sus migas una vez más preguntaron de que se trataba, su Majestad les dijo que tenía unas perras que ya no eran tan útiles y que estaba pensando remplazarlas, sus amigas preguntaron ¿y nosotras que tendríamos que hacer para finiquitar nuestra deuda? (aun de rodillas las amigas) su Majestad dijo “llévense a esas perras como pago de la deuda y para cubrir los intereses me entregan a sus hijas de 18 años.

Sus amigas empezaron a tartamudear ¿quie, quieres decir que si nos llevamos a tus esclavas que ya no te sirven y te dejamos a nuestras hijas de 18 años a cambio la deuda saldada? Su Majestad dijo que solo quedaba saldada la deuda original si se llevaban la mercancía que ya no le era útil y que para quedar en cero su deuda, desde ese instante pasarían a ser sus hijas de su propiedad o de lo contrario tendrían que liquidar aun los intereses generados, las amigas sabiendo que no tenían como cubrir el total generado no les quedó otro remedio que agachar la cabeza y decir está bien, no tenemos otra opción y enseguida besaron los pies de su amiga por no cobrarles con dinero aun cuando no querían entregar a su sangre.

Las hijas al escuchar como sus madres las entregaban a una vida esclava a cambio de la cancelación de una deuda contraída meses atrás, suplicantes de rodillas pidieron clemencia a su Alteza concediera un ...