Sometiendo a mi suegra
Fecha: 05/11/2021,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Ni imaginaba que al abrir la puerta aparecería mi suegra. Y es que después de la discusión con mi mujer y su posterior huida de casa después de una terrible discusión, tenía la cabeza en otras cosas.
Hola maite - le dije sorprendido.
Vengo a que me cuentes que ha pasado - dijo entrando sin más protocolo.
Maite, la madre de mi mujer, era una mujer de 48 años de muy buen ver, siempre arreglada y lista para inspección. La de pajas que me había pegado de novio rememorando las visiones escasas pero muy excitantes de su cuerpo.
Aquel día no era menos y vestía una camisa oscura que abotonada casi completamente y holgada, disimulaba su generoso pecho, y una falda por las rodillas que cumplía el mismo cometido para sus nalgas. Claro que yo la había visto alguna vez en bañador y sabía de las delicias que ocultaba tan discreta vestimenta.
Yo en cambio, andaba desaliñado. Había sido despedido poco antes de empezar el confinamiento, y estaba en un mal momento para cambiar esa situación. Así que, aunque duchado, vestía una camiseta y un pantalón de deporte.
Así que allí me encontraba en el salón de mi casa con mi suegra sentada en una silla del salón mientras yo me acomodaba en el sillón.
Tu hija no te ha contado nada - le dije sin más.
No suelta prenda, no sale de su cuarto y quiero saber qué ha pasado.
Cosas de pareja.
Mira carlos, llegó hecha un mar de lágrimas y no ha salido para nada de su cuarto, así que hasta que no me expliques que paso, no me voy a ...
... mover de aquí.
A ver maite, que son cosas muy personales.
Tu veras - dijo desafiante.
Bueno, como quieras, pero luego no me digas que no te avise - le dije - me prometió algo y no lo cumplio, y encima se enfado y se fue.
No me aclaras nada .
Bien, como quieras, el sábado tu hija se corrió como una cerda sin parar, y después del éxtasis me dijo que le pidiera lo que quisiera, que lo haría. Y después no lo cumplio, se rajo y encima se enfadó.
Note como los colores le venían a la cara y me sorprendió atisbar sus pezones cuando llenaba sus pulmones y estos se pegaban a la camisa. Aquello me puso mucho y sabiendo que aquella oportunidad era la única decidí en un momento que tenía que intentarlo.
No entiendo - dijo con una voz menos firme.
Le pedi algo especial .
¿que?.
No querrás saberlo.
Quiero.
Pues la delicada de tu hija es capaz de correrse en mi cara como una cerda, pero le da asco mi leche en su cara o en su boca, y decidí ponerla en una situación en la que no se pudiera negar.
Y qué hiciste - dijo algo azorada.
Espera.
Me levante, y la deje sola, y cuando volví me dispuse a poner mi plan en marcha .
Lo primero que le pedí era taparle los ojos de esta forma - y sin casi darle tiempo un antifaz tapó sus ojos. Su reacción fue llevarse las manos a la cara pero mis manos firmes no la dejaron que se desprendiera de él, y no tardó en poner sus manos
Después le sujete las manos a la espalda con unas esposas - y sin más una de sus ...