La chica de mis sueños
Fecha: 05/11/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos
... en el espejo podía ver su bonita cara y tetas. No sé si se dio cuenta de que la quería ver en el espejo, Dana estaba solo concentrada en la follada que la estaba dando. En esa posición, con todo el culo de Dana delante de mí, acerqué mi polla a la entrada de su coño, y la metí sin ninguna dificultad. Empecé un movimiento cada vez más rápido de mete y saca, golpeaba con fuerza contra su culo con mi cadera, estrujándolo con fuerza con una mano mientras con la otra me sujetaba de su cintura. Sentía mis huevos balancearse cada vez que su culo detenía mi embestida una y otra vez. Su jadeo dio paso a un gemido cada vez más alto, hasta convertirse en gritos de placer cada vez que mi polla salía y entraba en su coño, entrecortados e interrumpidos por el fuerte golpe de mi cuerpo contra su culo. Esperaba por nuestro bien que a esas tempranas horas del día los vecinos no estuviesen en casa, si no Dana tendría un problema en explicar esos gritos de placer mientras su novio estaba de viaje.
Me iba a correr de un momento a otro. Levanté la mirada hacia el espejo. Dana estaba con las palmas de las manos apoyadas en la cama, sus tetas bailaban con cada arremetida, y su cara, esa preciosa cara, era la descripción literal del placer absoluto. Cerraba y abría los ojos, la boca medio abierta gimiendo y gritando, miraba hacia un lado, hacia el otro, hacia abajo, no se dio cuenta de que la estaba mirando por el espejo. Esta imagen fue la más morbosa de todas, la buena de Dana, cariñosa y ...
... atenta novia de Soren, madre de su hijo, disfrutando como una poseída de la follada que yo la estaba pegando. No aguantaba más, quería correrme dentro de ella, quería llenarla con mi semen, quería vaciar dentro de ella hasta la última gota que mis huevos almacenaban. Mi mente no pensaba racionalmente y no pregunté si podía correrme dentro. Ella tampoco dijo nada. Faltaba muy poco, sentí el cosquilleo típico que precede a la descarga. Embestí con todas mis fuerzas, más aún que antes, la estaba follando con rabia. Sentí presión en mis huevos, que seguían balanceándose con cada golpe. Un cosquilleo frío, la presión se trasladó a mi polla, y finalmente un sentimiento de descarga tremendo por toda la base hasta llegar a la punta, desde donde sentí cómo el semen salió con violencia, dentro del coño de Dana. Mientras me corría, la miré en el espejo, sus ojos cerrados con fuerza, cara desencajada y boca completamente abierta emitiendo unos entrecortados gritos de placer enormes que se tuvieron que oír hasta en la calle. Al mismo tiempo que Dana gritaba fuertemente y yo me empezaba a correr dentro de ella, sentí líquido descendiendo por mi polla, bajando por mis huevos y deslizándose por mi entrepierna y muslos. Pensé que era mi propio semen, dada la potencia de una corrida como no recordaba nunca. La sensación del semen cargándose en la base, el movimiento de espasmo en el tronco y la descarga por la punta se repitió unas veces más, cada vez con menos intensidad, haciéndome desfallecer al ...