Sara y Carlos
Fecha: 10/11/2021,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... vi que tenía los ojos de color caramelo.
.- ¿Carlos? - me preguntó sin dejar de sonreír.
Asentí sin poder apartar la mirada de sus ojos. Cogiéndome del brazo izquierdo se inclinó hacia mi, me di cuenta de lo que hacía, y nos dimos dos besos en las mejillas.
.- Vamos - me dijo - ¿Sabes donde ir?
.- Sí, aquí cerca, hay una cafetería muy chula.
.- Adelante entonces.
Caminamos despacio, me contaba con iban sus clases y se reía contándome anécdotas de sus amigas. Entramos en la cafetería, una cafetería en barrio universitario, oscura y cómoda, con barras y mesas de madera que daban un toque entrañable al local. Entramos y nos sentamos en una mesa interior, pegada a la pared, con una pequeña lámpara en la pared que daba una tenue luz a la mesa. Pedimos un par de cafés con leche y seguimos hablando. Ahora me tocó a mi explicarle lo que hacía. No le pareció demasiado emocionante aunque sí le gustó que estuviera bien colocado. Animado por la conversación le conté anécdotas de mis años de estudio y se rió divertida. Di un sorbo al café con cuidado de no quemarme cuando sentí como me ponía un pie en mis rodillas, la miré a la cara y sus ojos brillaban.
.- Masajeame el pie - me dijo en un tono bajo, temerosa de ser escuchada por otros.
Eché mis manos a su pie, mirando a todos lados, muerto de miedo, ella no dejaba de sonreir, le saqué la zapatilla deportiva e inmediatamente noté la calidez de su pie, aún sin verlo notaba que llevaba un calcetín corto, puse la ...
... zapatilla en mi asiento, y a dos manos empecé a acariciar su pie, con una mano restregaba la planta de pie mientras con la otra cogía sus deditos. Pasé así un par de minutos, en el vestíbulo del cielo. En ese instante entró un grupo grande de estudiantes ruidosos que sin más que una mirada desinteresada se sentaron lejos de nosotros.
.- Que delicia, podría estar así toda la tarde - me dijo ella
.- Y yo Sara, podría también estar así toda la tarde - volvió a sonreir y tras unos segundos añadió.
.- Voy a pedir la cuenta - protesté diciéndole que pagaría yo, ella me dijo vale, pero voy a llamar para que la traigan, mientras quítame el calcetín y métetelo en la boca, luego ponte la mascarilla y me calzas la zapatilla.
Me quedé paralizado, pero me dió un golpe con el pie en las manos.
.- Venga, rápido que la llamo.
Así que le quité el calcetín, sin poder evitar acariciar la planta de su pie descalzo, suave y cálido, un olor embriagador, agradable me llenaba completamente y sin más preámbulos me llevé el calcetín a la boca, la cerré y me puse la mascarilla, luego la calcé intentando alargar lo más posible el momento, pero ella lo notó y llamó a la camarera, por lo que me vi obligado a calzarle la zapatilla y odié el momento en que retiró el pie aunque notaba en mi boca el manjar que me estaba haciendo probar. Ella no dejaba de mirarme.
.- Parece que te estás comiendo un caramelo exquisito. - Yo sólo pude asentir y ella se rió cubriéndose la boca.
La camarera nos ...