1. Alguna aventurita más....


    Fecha: 14/11/2021, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... menudo madrugón. Y Alba (la asistenta que se encarga de todo) de vacaciones.
    
    Continué con mi trabajo, eran las nueve de la noche, y decidí quedarme a dormir en el despacho de Karlo (mi despacho no tiene camas, es un estudio).
    
    Bastante tarde, me llamaron al móvil. Eran los alemanes, que se estaban haciendo un lio con el ascensor del parking, e incluso tenian a la polícia allí con ellos, pues tenian el coche encima del bordillo.
    
    Esta vez, evidentemente sin bolas chinas, bajé para ayudarlos.
    
    Si por la tarde eran los tres alemanes los que me desnudaban con la mirada, ahora eran ellos tres, más los dos policías.
    
    Reconozco que puedo parecer presumida, pero estoy divina con el conjuntito que llevaba.
    
    Mi nivel de calentura no había bajado ni lo más mínimo. Allí en un segundo con esos cinco hombres, dos de ellos de uniforme, mi líbido se disparaba. Me notaba empapada.
    
    Me subí al coche con ellos, y entramos en el parking.
    
    Subímos los cuatro en el ascensor hacia nuestros respectivos pisos. Una vez en el rellano, uno de ellos, me ofreció a entrar a tomar una copa.
    
    Decliné su invitación, pues no tenía el panorama muy claro, y no quería meter la pata.
    
    Me fui a mi cama, con un vibrador en la mano. Tenía necesidades sexuales urgentes, y no paré hasta tener un buen orgasmo.
    
    A las seis de la mañana, sonó el despertador. Parecía una inocentada.
    
    Nada más poner el pie en el suelo, noté que continuaba igual de caliente que el día anterior. Ni la ducha me ...
    ... calmó.
    
    Decidí jugar a la provocación, que como sabéis, me encanta.
    
    Me puse una camiseta, no muy larga, y completamente desnuda, y descalza, fui al piso de los alemanes para preparar el desayuno.
    
    A las siete en punto, los tenía a los tres vestidos, con sus trajes, y con una cara de embobados digna de ver.
    
    Reconozco que cojer el azúcar del armario, ayudó mucho a su cara de bobos.
    
    Con solo levantar un brazo, se me veía un poco el culito, y evidentemente, mi vagina.
    
    Ellos se miraban entre los tres, como no dande crédito a lo que estaban viendo.
    
    Incluso se dijeron algunas palabras en alemán.
    
    Me pasé el dia entero haciendo recados y trabajando fuera del despacho. Como el miércoles me tocaba madrugón otra vez, decidí quedarme otra vez en el despacho. Fui al hotel para cambiarme, y coger un par de cosas y ya está.
    
    De madrugada, escuché ruido en el rellano. Uno de los tres llegaba algo tocado por el alcohol, y no atinaba con la llave.
    
    Abrí la puerta. Llevaba puesta la misma camiseta, pero esta vez con un tanga.
    
    -Buenas noches , la cena ha ido bien verdad?-les pregunté, apoyada en el marco de la puerta del piso- y tus amigos?
    
    -se han ido con unas chicas que hemos conocido, pero yo he bebido demasiado, y he preferido venir aqui.
    
    Los dos amigos se habían ido de putas, y a este, no le gustaba el tema de pagar por sexo. Algo normal, pues era el único de los tres, bastante guapo.
    
    -sigue en pié la copa de ayer?-le pregunté, cansada ya de jugar con un ...
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