1. Alguna aventurita más....


    Fecha: 14/11/2021, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... puerta del piso en el rellano de la escalera, se abrió la puerta del ascensor. Eran los dos guiris. Se les pusieron los ojos como platos al verme allí desnuda, con una botella en la mano, y con mi camiseta en la otra.
    
    Primero hice el gesto de taparme un poco, pero después me fui hacía el piso de mi marido, y desde la puerta, les pregunté si querian entrar.
    
    Ni contestaron.
    
    Entramos los tres al despacho de mi marido, despejé la mesita que hay delante del sofá, y me senté en ella.
    
    Uno de ellos jugaba con mis tetas, lamiendo mis pezones, el otro, más ansioso, se desabrochó los pantalones, y se sacó la polla. La cogí por la base, y me la llevé a la boca.
    
    Cuando estuvo razonablemente dura, le puse un preservativo, y me puse a cuatro patas encima de la mesa. El hizo el resto, me apartó el hilo del tanga, y me metió su dura polla, en mi sediento coño.
    
    Su amigo, se puso delante mio, se bajo la bragueta y los pantalones, y casi sin pedir permiso, la metió en mi boca. Ya estaba bastante dura, y sabía a latex.
    
    Me lo monté con los dos, en orden...y con bastante más exito que su amigo antes. La verdad no recuerdo cuantos orgasmos tuve, pero fueron varios.
    
    Una vez todos servidos, se fueron para su casa.
    
    A las seis de la mañan sonó el despertador. Parecía imposible, llevaba solo dos horas durmiendo.
    
    Les preparé el desayuno, con la camiseta del dia anterior, sin peinar, sin lavar ni nada. Como una “walking Dead”....
    
    Se levantó el “eyaculador precoz” de la ...
    ... noche anterior, y el muy “guasón tenía ganas de marcha”. Le dije sin tapujos (iba dormida, no tenía muchas ganas de explicaciones) que con un fracaso ya había tenido bastante.
    
    Cerca de las siete, todos desayunando, me fui para la cama otra vez. Aquel día volvía Alba de sus vacaciones, asi que ya recogería ella todo lo del desayuno cuando llegara.
    
    Creo que eran las nueve, más o menos, cuando noté una preséncia. Entreabrí los ojos, era Mireia, que llegaba al despacho con un café en la mano.
    
    La tenía sentada a mi lado en la cama. Me hablaba en voz baja, con calma, tranquilidad, paz....
    
    Le estuve explicando la movidita de la noche anterior.
    
    Mientra yo hablaba como una cotorra, vi que dejaba el café en la mesita, y como su mano derecha desaparecía debajo de las sabanas.
    
    Ella conoce esa cama, tan bien como yo. Ese piso en particular, ha sido y es para las dos como un templo del sexo. Allí hemos descubierto muchos secretos, que ni nosotras mismas sabíamos que guardábamos.
    
    Mi primera vez con dos chicos, la primera vez que vi a dos hombres juntos (uno de ellos mi novio, en aquellos tiempos), la primera vez con otra mujer, la primera doble penetración, la primera orgía, no se....yo creo que casi todas nuestras primeras veces de todo lo sexual, allí, en aquella cama o aquel sofá como testigo.
    
    Una vez Karlo nos propuso quitar esa habitación, para hacer otro despacho, y las dos le insistimos mucho, pero mucho mucho en que aquella cama no se toca.
    
    No tardé nada en ...
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