Alguna aventurita más....
Fecha: 14/11/2021,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... vibrador.
-bien, pero en el piso no tenemos nada.
-lo sé, ahora cojo yo alguna botella del mio.
-dame cinco minutos que me duche, que voy un poco tocado.
Me parecío genial que se diera una ducha.
Le abrí la puerta de su piso, y yo, me cambé el tanga, y unicamente con la camiseta y una botella de Mcallan me fui a ver que hacía con el alemán.
Me abrió la puerta en shorts y con una camiseta. Aún tenía el pelo mojado.
Se sentó en sofá, y yo me fui a la cocina a por dos vasos.
Evidentemente al cojer los vasos del armario, le enseñé mi precioso culo. Se que le gustó, por su cara, y sobretodo porqué entre sus piernas, algo se estaba poniendo duro.
Me senté a su lado, y puse dos copas. Le dimos un sorbo, los dos en silencio.
Un segundo sorbo. Seguímos en silencio, y no lo soporto.
Le iba a preguntar si estaba casado (llevaba anillo)o si tenia hijos, y tal, pero como no era lo importante en aquel momento, le dije que esperara 3 minutos.
Corriendo, me fui al piso de Karlo, y cogí unos cuantos preservativos de su mesa.
Cuando entré, esta vez, me senté en frente. Dejé los preservativos al lado de la mesita, y mirándolo fijamente a los ojos, le pedí que se masturbara para mi.
El, lejos de ponerse colorado, se quitó los shorts, y se agarró su pene.
Antes de empezar, me acerqué a el y le susurré al oido:
-pon las manos en la butaca, te la pondré dura sin tocarte.
El sonrió, y soltando su pene, puso sus manos a la vista.
Me dí la vuelta, ...
... para apartar los vasos de la mesita. Le dí un último sorbo al mio, y le pasé el suyo.
Me senté en la mesita, y separé mis piernas. Metí mi mano dentro de mi tanguita. Su pene ya estaba duro. Me arrodillé en el suelo, y me quité la camiseta.
-no toques-fue lo primero que le dije.
Rozando mis pechos con su pene, y su pecho, le di un beso en los labios. Entonces, continué bajando hasta que su polla me quedó a la altura de mis pechos.
Karlo siempre me dice que le vuelve loco que lo masturbe con mis pechos, así que le regalé al alemán un buen sobeteo.
El hombre tiene buen miembro, y muy duro. Se marcaban mucho sus venas.
Llegado el momento, empecé a pasar mi lengua por aquel enorme trozo de palo duro. La metí en mi boca, y a base de jugar con mi lengua, hice que el tio se volviera loco de gusto.
Como sabía que iba un poco pedo, y no quería que se corriese todavía, me senté a su lado, y quitándome el tanga, le pedí que me comiera mi coñito, que estaba chorreando.
Entonces fué el el que se arrodilló al suelo, y me estuvo lamiendo el clitoris, metiéndome dos de sus dedos. Me corrí, y el hombre seguía chupando.
En un momento, paró cogió uno de los preservativos, y se lo puso. Se incorporó un poco, y metió su dura polla de un empujón.
Fue un error dejar que llevara el la iniciativa, pues se corrió al quinto empujón.
Incluso me pidió perdón.
Me coloqué bien el tanga, cogí mis cosas, botella de MCallan incluida, y me fui para mi piso.
Justo cerre la ...