1. Orgia en casa de la jefa


    Fecha: 16/11/2021, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... comenzó a aumentar el ritmo lo que hizo que pronto estuviera listo para correrse, pero seguía dentro de ella. Tras un par de embestidas más y por sus gemidos dio a entender que estaba a punto de eyacular, momento que mi mujer dejó de atender las mamadas por un instante, levantó la cabeza ligeramente para mirar fijamente al alemán a los ojos, el cual seguía tumbado sobre ella, y le pidió que se corriera dentro de ella, para acto seguido seguir dedicándose a contentar a sus otros dos compañeros. El alemán comenzó a vaciarse dentro de mi mujer durante un buen rato. Cuando se retiró pude ver como una gran corrida salía del coño de mi mujer y resbalaba hacia la entrada de su culo.
    
    Hans aprovechó que su amigo se había retirado para con la mano derecha extender la corrida por toda la raja de mi mujer la cual seguía con las piernas muy abiertas. También aprovechó que justo cuando parte de esa corrida llegaba a la altura del ano, se lo lubricara muy bien para acto seguido meterle el dedo pulgar hasta el fondo sin apenas esfuerzo.
    
    Tras un rato en el que mi mujer seguía comiéndose dos pollas y tenía un dedo metido en el culo, Hans decidió cambiar la postura, no sin antes limpiarle los restos de semen del coño. Se tumbó boca arriba con toda su polla apuntando hacia arriba cual mástil a la espera de ser enfundado. En ese momento me di cuenta del tremendo miembro que gastaba el cabronazo. A simple vista no tenía menos de veinte centímetros y además de un grosor considerable. Mi ...
    ... mujer se subió a horcajadas sobre él cogiéndole la polla y situándosela en la entrada de su coño, se la fue clavando muy lentamente hasta tenerla dentro en tu totalidad mientras que arqueaba el cuerpo y echaba la cabeza hacia atrás en un claro gesto de placer y sin parar de gemir y suspirar en ningún momento como si eso le fuera calmando ante tal penetración.
    
    Se aferró con sus dos manazas al culo de mi mujer y comenzó a marcarle el ritmo de la follada. Virginia se apoyó sobre el torso con ambos brazos quedando a merced del vaivén que marcaba el alemán. No podía verle la cara desde donde estaba, pero seguro que una sonrisa de satisfacción se dibujaba en su cara.
    
    Los otros contendientes ahora se situaron de pie para que mi mujer pudiera seguir disfrutando de sus pollas, a la vez que Hans podía disfrutar de esas tetas que ahora se bamboleaban en un movimiento hipnótico y libremente. Tras un rato de intercambiar mamadas de uno a otro, se inclinó sobre Hans y comenzó a morrearle mientras este le daba azotes en ese culo que a mí tanto me gustaba.
    
    Lo que ocurrió a continuación me dejó de piedra. Así como estaba inclinada sobre Hans, mi mujer tenía su culo en pompa, lo que aprovechó Luis, el marido de mi jefa, para ponerse justo por detrás y dispuesto a penetrarle. El otro compinche le pasó un bote que supuse era de lubricante y empezó a echarle por la raja del culo y por su ano. En ese momento mi polla tomó su máxima expresión por la excitación de saber lo que venía a ...
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