Cuando papá me hizo su hembra
Fecha: 17/11/2021,
Categorías:
Incesto
Autor: bluma, Fuente: RelatosEróticos
... —
se burló, debido al tamaño de mis senos, los cuales no pudo acaparar por completo. Pegándose más a mi espalda, elevó mi busto para dejarlo caer, agaché mi cara por la vergüenza que me provocó ver mis tetas rebotando en sus manos—
Que jugosas y enormes sandias para exprimirlas, para ordeñarlas como ubres de vaca, es lo que son, tetotas preciosas
—su tono de voz y sus palabras me pusieron más nerviosa, aunque por completo fue un halago, me hizo sonreír escucharlo decirme lo mucho que gustaba de mis senos grandes. Y sonreí más cuando de repente bajó los tirantes de mi camisón y de mi brasier, al tiempo que restregó su entrepierna en mi trasero y besuqueó uno de mis hombros—
Me gusta que te exhibas delante de mí, princesa, pero andar enseñando las tetas y el culo delante de papá es peligroso. Debes a asumir tu responsabilidad, bonita, no soy de piedra
—sujetó mi mandíbula para obligarme a verlo a los ojos—
Es el resultado de lo que tú misma has provocado.
Y
no estoy bromeando, no te estoy pidiendo permiso y no esperes atenciones de mi parte. Voy a follarte, mi tetona. Serás mi hembra, no eres mi novia ni mi amante. Quiero una hembra hermosa para ensartarla y usarla de depósito. Vas a servirme, tetona, de agujero para recibir la lechita de papá
—volvió a burlarse, tallando una mano sobre mi vulva, acción que por reflejo me hizo apretar las piernas.
Ante sus palabras me sonrojé y me asusté de nuevo. Repito, no tenía experiencia sexualmente, así que ...
... casi todo de ese día me sorprendió, tanto por ser mi primera vez, como por involucrarme con mi padre. Pero por muy sorprendida que estuviera, supe distinguir que me gustó escuchar su “amenaza”, y quería demostrárselo, pero no sabía cómo. Creo que mi papá lo intuyó.
De un jalón, me bajó el camisón, dejándolo caer al piso, luego me hizo girar para quedar frente a frente, sus ojos y sus manos se posaron en mis tetas, de las nuevo apretó, antes de hacerlas rebotar para lograr que se salieran de mi brasier, una de mis areolas asomó su color y mi papá mostró una expresión tan depravada como hasta entonces no se la había visto. Yo sólo pude jadear nerviosa y excitada, asimilando su manoseo descarado.
Se entretuvo rebotando mis senos hasta que terminaron saliéndose por completo, redondas y abundantes, solo para deleite de mi papá, quien no dejaba de sonreír con superioridad. Me quitó el brasier y hundió su rostro entre ellas, ahogándose por unos segundos, antes de comenzar a besuquearlas por toda la redondez, evitando rozar mis pezones. Sus manos tocaron mi cuerpo de forma desordenada, de arriba abajo y de lado a lado, haciéndome jadear por sentirme algo vulnerable. No era mi deseo que dejara de manosearme, pero sospechaba que, si en algún momento me arrepentía, él de todas formas seguiría, incluso si debía imponerse sobre mí para satisfacerse. Lo cual me parecía totalmente correcto.
Desde antes de que él y yo nos involucráramos, acepté y entendí la curiosidad de papá. No me ...