1. Placeres peligrosos


    Fecha: 20/11/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos

    ... riendas era Jorge, que era el que tenía la posición más privilegiada y controlaba los movimientos. Fue incrementando progresivamente el ritmo al tiempo que Cristina gritaba por el dolor mezclado con el placer que ambas penetraciones le causaban. El placer fue incrementándose gradualmente, y el dolor remitiendo, de tal forma que empezó a gozar de la verga que le estaba reventando el ano, junto al placer que percibía en el orificio convencional. Eran sensaciones diferentes y placenteras las dos.
    
    — ¿Estás gozando, zorra? ¡Dime que gozas o te la saco, cabrona!
    
    — ¡No me la saques! ¡No me la saques! ¡Folladme, folladme toda! ¡No paréis, cabrones!, —rogó totalmente desatada.
    
    Cristina estaba encendida. La imagen de su marido cruzó por su mente por un instante y lo visualizó masturbándose y deleitándose, viendo como aquellos dos garañones la reventaban por dentro, todo ello, producto de su mente calenturienta y del placer que sus dos amantes le estaban dispensando. Aquel placer era nuevo para ella y después de veinte minutos martilleándole los dos agujeros, Cristina sintió que iba a tener un orgasmo y empezó a mover el culo con más brío, gritando a los cuatro vientos su inmediato clímax.
    
    — ¡Me voy a correr! —bramó.
    
    Y lo hizo con un orgasmo vaginal extraordinario, a la vez que colosal, que arrastró a Julián al suyo cuando su vagina empezó a convulsionar, succionándole el miembro como si su conducto fuese una aspiradora. Jorge siguió bombeando en su ano como un poseso. ...
    ... El miembro de Julián perdió su rigidez y se apartó después de haber finalizado su tarea. Mientras tanto, Jorge iba a por su orgasmo y se movía enérgicamente. Cristina no paraba de gozar a pesar de haberse corrido. Ahora el placer era distinto y seguía disfrutando de una formidable sensación en su esfínter, cada vez más intensa. Jorge gritó. Cristina se sorprendió porque también estaba a punto, a pesar de que acababa de tener un orgasmo vaginal unos minutos antes, y cuando él descargó los lefazos en su ano, ella le acompañó con un fuerte clímax, aunque distinto. Jorge siguió empujando con rudeza hasta que vació toda la carga en su interior, y cuando extrajo el miembro del estrecho agujero, un tremendo pedo se escapó de su esfínter y el semen manó como si fuera una fuente. Cristina estaba tan exhausta que no podía mover ni un solo músculo. Permanecía tumbada boca abajo, totalmente inmóvil y repleta de esperma, tanto por dentro como por fuera, las sabanas estaban encharcadas. Jorge fue a limpiarse y Julián se quedó admirando el cuerpo inerte de Cristina y no pudo evitar acariciarla. Pensó que lo daría todo con el fin de que aquella bella mujer fuese única y exclusivamente para él. Al hacerlo tuvo otra erección, pero ella no respondía a sus caricias. Aquel había sido un polvo increíble para los tres integrantes del trio y Julián entendía lo agotada y entumecida que debía de estar después del trajín al que había sido sometida. Se recreaba en su maravilloso trasero del cual seguían ...
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