1. Delta Beta Nu


    Fecha: 24/11/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ahora.
    
    - De verdad Violet, no puedo...
    
    Dejó caer la túnica al suelo y las voluptuosas curvas de la jefa de las Delta Beta Nu se dibujaron ante mí ocultas tras una sugerente ropa interior negra. Era magnífica, guapa y pechugona y mi entrepierna proyectaba una larga sombra bajo la titilante luz del cirio. Era la novia del capitán del equipo de football, la reina del baile, la venus del Olimpo y yo... así era yo en aquella época.
    
    - Mírame y di que no otra vez.
    
    - Violet... sabéis que...
    
    Se acercó y un instante estuvimos cara a cara. Su pecho toco el mío y temblé. De un brusco ademán, me sentó sobre el púlpito. Aún no me había rendido pero a ella le era indiferente. Me cuerpeó con esos enormes pechos y me los bajó arrastrando hasta alcanzarme la entrepierna que suportaba presiones abisales. Primero el cinturón y luego la cremallera para liberarme de aquel dolor.
    
    - Violet, no lo voy a hacer.
    
    - Calla - espetó mirándome la polla -. Esto es sin compromiso, sólo para que sepas lo que estás dispuesto a perder.
    
    Al contacto con la suavidad de su mano mi sexo reaccionó dando un par de espasmos. Imaginé en lo maravilloso que debería ser tener una novia así, capaz de masturbarte con esa destreza y seguidamente me llevó a pensar en Limsey que seguramente, desde la oscuridad nos estuviera mirando. Eso me provocó incluso más morbo y algo me debió ver Violet en ...
    ... la cara porque aflojó la marcha, querría que y me acordara de aquello mucho tiempo.
    
    - Esta preciosidad quiere entrar dentro de mí, pero tú no la dejas - me susurró para seguidamente acariciarme el glande con sus cerrados labios-. No sabes lo puta que puedo llegar a ser.
    
    Siempre mirándome fijamente se la fue introduciendo en la boca. Respingué y quise que aquello no acabara nunca. Sabía lo que se hacía y al notar la tensión de mis piernas paraba y se restregaba el glande por los labios para darme un respiro.
    
    - Hoy no vas a verme las tetas - me dijo -, sólo vas a sentirlas... Pero la decisión es tuya, me las podrías sobar y estrujar y pellizcarme los pezones.
    
    Dejó un hueco en la unión de las copas del sujetador y por él se introdujo la polla, entre sus magníficos pechos. Eran grandes, firmes y suaves y después de escupirse en ellos también resbaladizos. Los agitaba con maña, apretándoselos con las manos por los laterales, me aprisionaba como a un esclavo. Ya sí, esta vez no paró a verme resoplar, siguió y me llevó al placer más intenso de todos. Eyaculé tanto que la dejé perdida y el sujetador más parecía blanco que negro. Se toco el pegajoso canalillo y me lanzó un beso.
    
    - Piénsatelo Nick. Es importante. Hemos hablado todas las hermanas y no hay ninguna que no quiera hacértelo pasar bien. Te esperamos, estas te esperan - Me invitó meneándose las tetas. 
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