1. Cata, mi jefa


    Fecha: 26/11/2021, Categorías: Anal Autor: Geronimo68, Fuente: CuentoRelatos

    ... me dio un beso en la mejilla y se quedó recomponiendo su maquillaje y su aspecto en general. Yo tomé unas carpetas y salí del despacho fingiendo estar revisando folios con mucha atención. Durante el resto de la jornada no me volvió a solicitar y cada quien estuvo en lo suyo.
    
    Por un par de días no volvimos a coincidir a la hora del almuerzo. Recién el viernes nos juntamos a almorzar.
    
    -¿Cómo has estado? Me preguntó.
    
    -Bien… trabajando.
    
    -Sí, realmente han sido días atareados. Menos mal que ya ha llegado el ansiado viernes.
    
    -Uf… sí, sí. Tiempo de relajarse!
    
    -¿Tienes planes para el fin de semana?
    
    -Nada en especial. Salir con amigos probablemente…
    
    -¿No quieres venir a casa el sábado?
    
    -¿Yo? No. Si ni nos conocemos con su esposo ¿Cómo podría aparecerme así como así?
    
    -Bueno. Como invitado mío, claro. Le he hablado de ti y de lo útil y servicial que me resultas en las tareas… También suelo hablarle de los otros empleados, pero de ti le he hablado más…
    
    -Preferiría en otra ocasión…
    
    -Verás… Debo serte franca. Hace ya días que me viene rondando una idea, que más que idea ya es deseo y te involucra…
    
    -A mi???
    
    -Si. Pero bueno, tampoco es que te vaya a obligar a nada… es solo una locura mía!
    
    -Y puedo saber de qué se trata?
    
    -Eh… sí. No soy de andar con vuelta, así que te lo digo directamente: Hacer un trío con mi marido… Los dos para mí!
    
    -Cata… Va usted muy rápido. He hecho algún trío pero con pleno conocimiento de las personas involucradas… Es ...
    ... decir ¿Usted realmente me dice que su esposo aceptaría que sin más yo me presente en su dormitorio y dijera permiso me vengo a coger a su esposa?
    
    -Jajaja… Perdón. Me reí un poco alto y mejor no llamar la atención. Me hizo gracia… Bueno, tampoco sería tan de sorpresa. Debo confesarte que lo estuve conversando y convenciendo… je-je.
    
    -Usted no deja de sorprenderme…
    
    -Verás, Gerónimo… No fui ni soy una libertina. He tratado de disfrutar y pasarla bien lo más mesuradamente posible. Pero soy ya una cuarentona y lo que no haga aquí ya no lo haré. Solo se trata de vivir, muchacho! ¿Qué dices?
    
    -Que tiene razón, pero… ¿Por qué yo…?
    
    -Porque ya me has demostrado que puedes satisfacerme y a su vez resguardarme de la chusma…
    
    -De eso no tenga dudas…
    
    -Bien… te recuerdo que sábado es mañana y la invitación sigue en pie…
    
    -Y… ¿cómo sería lo que tiene en mente?
    
    -La concha para mi marido y lo otro para ti…
    
    Me dejó aún más sorprendido. No podía creer que me estuviera ofreciendo el culo y fui por más.
    
    -Bien… solo una cosa: Durante la tarde, le pido que ponga el dichoso cartelito de NO MOLESTAR y me muestre lo que ofrece…
    
    -Ya decía yo que eres un pillo. Está bien… te dejaré ver aún a riesgo de que me dejes con las ganas. Si decides no ir mañana, digo…
    
    Terminó el tiempo de almuerzo y nos volvimos a meter en nuestras tareas. Como dos horas después sonó el intercomunicador y oí su voz: “Gerónimo. Puede pasar a mi despacho… por favor?”. Sin apuro dejé lo que estaba ...
«1234...7»