1. Cata, mi jefa


    Fecha: 26/11/2021, Categorías: Anal Autor: Geronimo68, Fuente: CuentoRelatos

    ... haciendo y me encaminé a la oficina. Viendo de reojo me dí cuenta que todos estaban metidos en sus tareas y ni registraban mis movimientos. Entré y Cata se paró para poner el cartel y cerrar.
    
    -Bueno… aquí estamos. Encárgate tú, dijo y me dio la espalda. Me arrimé y enseguida fui a palpar sus nalgas. El pantalón se sujetaba con un elástico, por lo que me resultó fácil bajarlo. El calzón negro de encaje resaltaba la blancura de sus carnes. Ese culo no sería ya tan joven pero se mantenía erguido… majestuosamente erguido. Palpé y acaricié otra vez, deslizando mi dedo por la ranura hasta acariciarle el ano. Sacó un poco la cola para facilitarme la tarea. Apoyé la punta del dedo como para comprobar la dureza del anillo que lo cerraba y comprobé lo apretado de aquel hoyo… Era un culo grande de nalgas pero pequeño de entrada.
    
    -¿Qué dices?
    
    -Que acepto…
    
    Levanté otra vez su calzón y su pantalón para que ella se los terminara de acomodar.
    
    -¿Puedo preguntar algo, Cata?
    
    -Dime…
    
    -No quiero ser bruto, pero… ¿Ha sido “profanado” ese “templo”?
    
    -Jaaajaja… Ocurrente! Puedes creerme o no, pero en todos estos años de matrimonio he logrado mantenerlo virgen!
    
    -Pero entonces su esposo me va a odiar!
    
    -Tendrá su recompensa. No será el primero pero luego lo dejaré entrar las veces que quiera…
    
    La verdad es que ya las dudas que tenía eran recuerdo. Quería coger ese culo y la cara que pusiese el marido no me importaban nada. Así que en la noche del sábado me preparé como ...
    ... para ir a dar un examen y fui directo a casa de Cata. Me recibió ella y me presentó a su consorte.
    
    -Él es Gerónimo… mi fiel ayudante y quién me facilita la tarea en la empresa…
    
    -Mucho gusto, dijo el señor y me tendió la mano.
    
    No era muy alto y hasta me pareció más bajo que Cata. Aunque claro ella llevaba tacones. Y por cierto estaba radiante. Esta noche ya sin pantalones y con un vestido a la rodilla, con la espalda descubierta.
    
    -Pasa y siéntate… dijo señalándome un sillón mientras ellos ocuparon el sofá.
    
    Así lo hice. Acepté una cerveza y empezamos a conversar de temas varios. El señor no parecía tenerme mal carácter ni encono… como si aceptara lo que vendría y la parte que me tocaría.
    
    La charla se fue haciendo cálida y hasta sugerente. Hasta que Cata se animó para acercarse al marido y besarlo. Él no se mantuvo pasivo, respondiendo al beso y acariciándole la espalda. Se acariciaron mutuamente mientras yo permanecía expectante. Todo se fue haciendo más intenso. Las caricias se hicieron atrevidas pero sin vergüenza a pesar de mi presencia. Las ropas empezaron a caer. Él se recostó en el sofá, en tanto Cata se inclinó para chuparle la verga. Así sin más. Yo para entonces me la sobaba por encima del pantalón. Después Cata colocó un almohadón en el piso para, desde ahí, seguir con la mamada. Casi sin darme cuenta también yo quedé en pelotas. Ella había dejado el culo apuntándome. Sin pedir permiso fui y le bajé la bombacha que aún tenía puesta. Sus nalgas me ...
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