1. Cornudo enamorado


    Fecha: 28/11/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... acercó a su cara. Luego le escupió la boca, mi novia sacó su lengüita y se tragó toda la saliva con un gesto de pura lujuria. – dame más – dijo, y Martín agarró fuerte su cara y la escupió de nuevo.
    
    Le arrancó el sostén de encaje rojo y sus hermosas tetas quedaron al aire. Las agarró, las chupó y las mordió. Luego pellizcó uno de sus pezones con fuerza. Vale gimió y gritó al mismo tiempo.
    
    - Bebé, esta vez vas a tener que usar preservativo, son días peligrosos. – dijo Vale.
    
    A Martín pareció no gustarle demasiado, pero en seguida su cara se iluminó.
    
    - Bueno bebita – dijo - pero voy a usar uno de los del cornudo – agregó mirándome fjio y sonriendo con maldad. – total el no los va a usar jajaja.
    
    Mi novia se rió con el comentario y me mandó a buscar un preservativo.
    
    Volví con él en la mano y se lo extendí a Martín, pero en no lo aceptó.
    
    - Me lo vas a poner vos, cornudo.
    
    Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Siempre encontraba una nueva forma de humillarme, no le bastaba estar por cogerse a mi novia delante mio, en mi casa, teniéndome desnudito y mirando cada detalle.
    
    Me arrodillé dócilmente delante de él. Es lo mas cerca que había estado de una verga hasta ese momento. Me sentía, además de cornudo, un juguete para su diversión. Abrí con la boca el envoltorio y saqué el profiláctico, luego me quedé mirando esa pija con temor. No me animaba a tocarla, era demasiado humillante, un antes y un después.
    
    “dale, cornudo” dijo desde arriba Martín, y yo le ...
    ... hice caso. Con una mano agarré esa pija enorme y con la otra le apoyé el preservativo en la cabeza; luego empecé a desenrrollarlo. Parecía que le quedaba bastante ajustado. Cuando terminé de desenrrollarlo aun sobraban varios centímetros de carne. Mi pito dio un respingo como para recordarme que a él le sobraba medio preservativo cuando se lo ponía.
    
    - Así me gusta, cornudito. Ahora sentate en el sillón y mirá como me cojo a la putita de tu novia.
    
    Como un chico al que acaban de castigar, agaché la cabeza y fui a donde me había indicado. Con total sumisión y docilidad me senté a ver como aquel pijudo me hacía cornudo.
    
    Valeria se puso contra la pared, quebrando bien la espalda y moviendo ese culito como una putita en celo llamando a su semental. Martín se acercó y empezó a refregar su pija contra la conchita y el culo de mi novia. Luego se escupió la mano, la pasó por la entrepierna de mi novia y acomodó su pija en la puerta de su conchita. Centímetro a centímetro empezó a metérsela, mi novia no paraba de gemir, cada vez mas fuerte. Cuando estuvo toda dentro Martín empezó a moverse como un desquiciado, penetrando a mi novia hasta el fondo. Parecía que la iba a partir al medio con aquel martillo gigante. Ella gemía sin parar, y gritaba. Nunca la había visto así. Vale se apoyaba contra la pared para soportar las embestidas de aquel animal, y abría cada vez mas sus piernas, ofreciéndose entera a su hombre. Gemia y gemia sin parar, y le pedía más. Martín comenzó a darle una ...
«1...345...»