Un día cualquiera se convierte en una aventura muy húmeda
Fecha: 29/11/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: locol1169, Fuente: CuentoRelatos
... dejando solo mi bóxer brief, negro, el cual empezó a lamer, desde abajo de mis bolas hacia la cabeza. Bajo el bóxer y metió la polla completa en su boca, cambió el ritmo y empezó a succionar como ella sabía, como le gustaba.
La levanté y le baje la tanga, negra CK de algodón, la olí, despacio, la dejé en mi nariz como queriendo absorber sus esencias afrodisíacas, mientras ella entraba al vapor…
Caminaba lento como si enfrente estuviera un océano y fuera a enfrentarse con él, decidida a ir a una batalla de sudor y saliva.
Se movía como torero partiendo plaza, con seguridad pero nervios, nos gusta llegar al límite y disfrutar cada sentido, cada centímetro de piel es área de placer, de dolor, de sabor.
Caminé tras de ella, le di una nalgada que sonó por el cuarto. Era un placer ver que no rebotaba nada, nalgas redondas marcadas y duras,
Entramos en el vapor, la bruma nos tapaba pudorosamente, había un espejo empañado al final, le pase la mano y apareció ese cuerpo escultural, brilloso por el sudor que corría por el. Que placentero es acariciar sus senos húmedos, ver sus vellos púbicos escurriendo, eran pocos, muy pocos, una franja delgada, corrían cinco centímetros abajo de su ombligo hasta el cielo. Pase mi dedo por el clítoris y gimió, ya estaba lista, mojada como toalla después de la ducha. Con ese color rojo de que se ha llenado de sangre, listo para explotar en gritos…
Puse la toalla blanca, desgastada pero limpia, en la banca de mosaico, asiento que se ...
... acostumbra en estos lugares.
Se acostó un poco sofocada no sé si por el ambiente o la excitación pero su respiración era acelerada. Mucho.
Puse mi miembro en su boca, con sutileza saco la lengua y lo lamió, como niña que come paleta, despacio para que no se acabe, la veía cada que pasaba la lengua, largando desde el perineo hasta la cabeza, roja o tal vez morada de pronto cambio de ritmo y rebotaba con fuerza en su boca.
Puse una mano en su bubies, acariciándolas apretándola. Mientras manipulaba y jugaba con lo que tenía entre manos… Baje mi mano a su monte de venus, puse mi pulgar en su clítoris y metí 2 dedos en la vagina, a encontrar su punto G, esa pequeña almohadilla de placer, haciendo pinza, como si mi pulgar y mi dedo índice quisieran tocarse.
Empezaba a gemir más rápido, levantaba su dorso, se encorvaba como si estuviera recibiendo un shock eléctrico, metió entera mi pija en su boca las pelotas rebotaban en su mejilla, empuja dentro hasta llegar a su garganta. La sacaba a tiempos para respirar y toser, babeaba como perro rabioso que está defendiendo su comida. Tomaba aire y la volvía a meter, sacaba y metía al ritmo de mis dedos en su botón, respira más rápido, mas y pego un grito largo, sordo como de muerte, continuó el proceso del orgasmo, sudor, un poco más, su pezones eran grandes, el derecho estaba rojo porque sin darme cuenta lo había apretado de más y le había dejado marca. Seguro se acordaría de mí al otro día, cuando lo rozara el bra.
Volvió a ...