La putita de don Julio (Parte 2)
Fecha: 30/11/2021,
Categorías:
Transexuales
Autor: adriianaa, Fuente: CuentoRelatos
Al día siguiente desperté aún con su sabor en mi boca, no podía apartar su recuerdo de mi mente y me inundaba un deseo enorme por ser suya.
Me bañé y no pude evitar meterme un par de dedos en el culo mientras jugaba con mis pezones, recordando la deliciosa verga de Don Julio, imaginando cómo me haría suya esa noche. Al terminar salí, tomé un desayuno ligero y empecé a buscar el atuendo que usaría, pero aunque tenía una buena variedad y toda muy sexy nada me parecía suficiente para la ocasión. Quería algo que, con solo verme, gritara a los cuatro vientos que era una puta que solo sirve para dar placer a su macho.
Salí a buscar algo más adecuado para cumplir con mi objetivo, fui a una sex shop y escogí un disfraz de colegiala que era perfecto para lo que tenía en mente. Aproveché para comprar un lubricante, una lavativa y un buttplug, quería estar completamente preparada para él.
Regresé a casa a descansar otro poco pues me imaginaba que mi noche sería muy larga. Cerca de las 8 de la noche empecé a prepararme, abrí una botella de vino rosado y puse mi playlist favorita, me pude la lavativa y ya después de dejarme el culito bien limpio me bañé y usé unas cremas con brillos y bastante aroma. Me pinté las uñas de manos y pies con un esmalte color blanco, y empecé a vestirme. El disfraz que compré era super sexy: un par de medias de red blancas que me llegaban a medio muslo, adornadas con unos moños rojos en la parte trasera; una diminuta tanga blanca que por delante ...
... apenas y cubría mi pequeño pene y por detrás desaparecía por completo enterrada entre mis nalgas; una pequeña falda tableada, a cuadros negros con rojo, que apenas y cubría mis nalgas, con unos cortes a la altura de cada pierna por la parte delantera que hacía que mis piernas quedaran completamente al descubierto cada que daba un paso; un pequeño top blanco que se sujetaba por un nudo en la parte frontal, que a pesar de mi falta de senos se veía espectacular y marcaba mis pequeños y duros pezones. Me hice un maquillaje muy cargado y escogí mi peluca rubia, ondulada, y unos tacones blancos, quería verme completamente putita. Por último pero no menos importante, tomé el buttplug, le unté un poco de lubricante y lo metí en mi culito, sintiendo como mi cuerpo se estremecía de placer.
Al mirarme en el espejo veía a una nena muy jovencita, pero completamente puta, que nadie podría respetar. Parecía más un objeto creado para satisfacer hasta los más degradantes deseos de los hombres que una mujer, y eso me encantaba. Había terminado ya de vestirme y también había terminado con la botella de vino cuando decidí que era tiempo de empezar la noche. En una pequeña mochila puse unos condones, el lubricante, algo de maquillaje por si necesitaba retocarlo, mis cigarros y algo de dinero. Eran las 10:15 de la noche cuando salí de casa.
Al salir por la puerta me di cuenta que aún era muy temprano y, siendo sábado, algunos de mis vecinos estaban fuera de sus casas con sus amigos, platicando y ...