1. Una mujer para todo uso


    Fecha: 15/12/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: zari, Fuente: CuentoRelatos

    ... adrenalina me mojaba. Esta ratona sabía que se la iban a comer y eso le excitaba. Me volví a mirar al espejo, el rímel de las pestañas, a repasar el rouge cuando golpearon la puerta.
    
    - Apúrate Princesa que otras pagan por mirar y tu, que lo vas a tener entero para ti, te demoras… Hasta te lo podrás servir dijo riéndose El Chico. Apagué la luz del baño y salí despacio mirando el suelo sin querer enfrentar con la vista al hombre que ya echado tapaba completamente uno de los sillones individuales. Y quedaba nuevamente a la entrada de la sala oscurecida semi desnuda frente a cuatro hombres encendidos exaltados y algo borrachos…, entregada a ellos.
    
    - Ven conmigo Princesita, siéntate aquí, me dijo El Chico golpeándose sus piernas, lo que no te conté del Gringo, Princesa, es como se hace unos pesos extras. Y comenzó a meterme mano delante de ese gigante.
    
    - Se gana unos pesos extras mostrándole a las viejas su herramienta en el baño del personal. Yo no le he visto pero dicen que es una monstruosidad jajajaja. Los demás le escuchaban y me miraban entera en silencio, sonrientes, expectantes. Me enderezó por los hombros me paró y me hizo sentar sobre él nuevamente pero de frente a ese hombre que me miraba lascivo y sonriente, se le notaba la maldad en los ojos. En el extremo del sillón Luis miraba entusiasmado y en el otro sillón de la esquina el Dealer no sacaba la vista de mi entrepierna. Y mientras me contaba como las viejas salían del baño todas cachondas solo porque lo ...
    ... habían visto El Chico me magreaba los pechos, ponía a correr ambas manos por sobre mis piernas desnudas desde mis rodillas hasta el colaless, una dos diez veces abriéndomelas para que vieran mi sexo apenas tapado por ese hilo dental en la semi oscuridad. “Dicen que no deja que nadie se lo toque”, me seguía diciendo con su boca pegada a mi oído mientras una y otra vez deslizaba ambas manos al tiempo por el interior de mis piernas hasta el borde de mi sexo, las subía por mi estómago manoseaba mis senos y rozaba mis pezones. Luego me bajó desde los hombros los tirantes del baby-doll dejándoles expuestos mis pequeños pechos. Su lengua repasaba mi cuello por detrás mientras manoseaba mis pechos, y sus dedos pellizcaban y estiraban mis pezones rosados que se endurecían y paraban. “A ver si se le agrandan” me susurraba y bajaba nuevamente hasta mis piernas recorriéndolas y separándolas.
    
    Yo recuerdo que ya me era imposible resistirme. Me ganaba la penumbra de la sala, el olor a alcohol, las miradas calentonas sobre mi, su respiración en mi nuca. Busqué auxilio en Luis que estaba en el otro extremo del mismo sillón, buscaba su mirada, buscaba su apoyo, pero él estaba encantado viendo como me metían mano y me exhibían abierta así delante de ellos y entre el miedo y la ya inevitable excitación eché la cabeza atrás dejándole expuesta mi garganta. Me estiró los brazos y entendí: puse mis manos sobre sus piernas en las que estaba montada y me eché adelante y me sacó por arriba el baby-doll ...
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