1. Las maduras puritanas


    Fecha: 17/12/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de contar la historia del hijo del viento.
    
    Alicia, me dijo:
    
    -Esa por un poco de chocolate no sabe que hacer, si un día os casáis va a acabar gorda cómo una vaca -Alicia se fijó en la cara de su hija- ¡Y se pone colorada la golosa al decirle que acabará gorda cómo una vaca! En cinco minutos te quiero conmigo en el campo. ¡¿Me oyes, tragona?!
    
    Sentí cómo Eva bañaba mi polla con los jugos calentitos de una corrida. Vi cómo le metió un mordisco al bocadillo y cómo asintió con la cabeza. Alicia, se fue. Si llega a mirar para atrás vería a su hija sacudiéndose cómo si estuviera sufriendo un ataque epiléptico.
    
    Cuando se recuperó, sacó la polla y frotó de nuevo con ella su coñito. Me dijo:
    
    -¡Casi nos pilla! Se mascó la tragedia.
    
    -Si, sigue contando la historia.
    
    -Sabes, nunca me había sentido un gusto tan grande.
    
    -Lo noté, sigue.
    
    -¿Por dónde iba?
    
    -Por el hijo del viento y su peor enemigo.
    
    Dándole lentamente al culo siguió hablando.
    
    -Pues eso, que un día mi tío, cómo no se hablaba con su peor enemigo, fue junto al cura y le dijo que le dijera que si se enteraba de que le llamaba otra vez hijo del viento le metía una hostia entre los ojos y lo dejaba tieso. El cura le dijo que debía saber perdonar a un ignorante. Que no era tan malo que le llamara aquello, y le hizo jurar que si se enteraba de que se lo llamaba iba a hacer oídos sordos. Paso el tiempo y un día le fueron a avisar al cura de que mi tío había matado de una hostia al Genaro. El cura fue ...
    ... corriendo y vio al Genaro muerto al lado de su bicicleta. Le reprochó a mi tío que le hubiera jurado que iba a pasar de él y no lo hiciera, y mi tío le dijo:
    
    "Mire, don Faustino, yo le juré que iba a pasar de él si me enteraba que me llamaba hijo del viento, pero eso era una cosa, y otra muy distinta que me pidiera la polla para hinchar la rueda de la bicicleta."
    
    Me dio la risa, pero se me cortó al sentir que me corría entre sus labios vaginales. Eva, dejó que acabara de correrme, volvió a levantar el culo, y mi polla volvió a entrar en su estrecho coño. Me folló moviendo el culo alrededor, hacia atrás y hacia delante... En menos de un minuto, volvió a morder el bocadillo, a sacudirse y a inundar mi polla con otra corrida.
    
    Nada más correrse, Eva, sonriendo cómo una pícara que acaba de hacer una travesura, antes de irse para la hoguera, me dijo:
    
    -La próxima vez te la chupo.
    
    -Ya, y voy yo y me lo creo.
    
    Era la tercera vez que me lo decía, pero al llegar el momento, de chupar, nada.
    
    -Si, cochino, sí, puedes creerlo.
    
    Si no se lo preguntaba, reventaba.
    
    -¿Tú tío Genaro no está en la cárcel por robar?
    
    -No, está en la cárcel por no saber robar.
    
    -¿Y la historia?
    
    -De algo había que hablar.
    
    Al día siguiente, cayendo la tarde, Eva, estaba subiendo un muro y yo le empujaba el culo hacia arriba. Al llegar arriba se lo solté y le vi las piernas y sus bragas blancas. Después subí yo al muro que cerraba una huerta de ciruelas. Bajamos del muro y fuimos ...
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