1. Una buena verga negra para mi ano.


    Fecha: 18/12/2021, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ¿De verdad quieres que lo haga? No es que me niegue Mario, pero antes de aceptar me gustaría preguntarte algo, ¿puedo?
    
    Claro Sonia, pregunta lo que desees.
    
    ¿De verdad lo disfrutas? Es decir, ¿no te molesta que me cojan frente a ti? Por favor se sincero y responde a mi pregunta mi amor.
    
    Sonia, cuando te vi la ves pasada, gemir, disfrutar cada caricia; me sentí demasiado excitado, no se si es normal o no, pero me encanto mirarte gemir, ahora es como una droga, pero si te asusta, no lo hacemos.
    
    ¡No Mario, no me asusta! Solo que quería escuchar de tu boca, eso…que tu también lo disfrutas, y en ese caso, no te preocupes puedes aceptar la invitación.
    
    ¡Gracias amor! Sabía que me entenderías.
    
    Los días transcurrieron y por fin una tarde escuche a Mario decir lo que ya esperaba.
    
    Sonia, mañana sábado pasaran por nosotros, por la mañana iremos de compras y a las 5 de la tarde saldremos, ¿alguna duda?
    
    Si, ¿Qué ropa llevare?
    
    A eso vamos amor, quiero que te vistas muy sexi…prometí vestirte para la ocasión.
    
    Al siguiente día por la mañana fuimos de compra, primero un minivestido negro, del tipo strapless, una diminuta tanga roja la cual solo tenia un diminuto triangulo, que apenas cubría una parte de mi triangulo de vellos, si es que se le puede llamar cubrir a una telita súper delgada, unas zapatillas rojas de tacón alto, y pulsera al tobillo, Mario demostraba su buen gusto, regresamos a casa y faltando unos 40 minutos para la hora me bañe, me maquille, me hice ...
    ... una cola de caballo y me puse la ropa, primero la tanguita, me quedo ajustada, la liga se perdió en mis carnosas nalgas, el triangulo apenas cubría la mitad de mi monte de Venus, el vestido se pegaba a mi piel, pero al caminar este se subía resbalando por mis piernas.
    
    Quizá tenia unos 10 centímetros por debajo de mis nalgas, si en realidad me veía muy sexi, mas con las lindas zapatillas as cuales tornean mis pantorrillas, pero creo que si no cuidaba mis movimientos con facilidad se verían mis nalgas, y arriba, mis pezones se podían mirar por debajo de la tela sin problema alguno, mire a Mario y le pregunte un poco tímida.
    
    Mario, ¡no puedo salir así vestida de casa! Me da pena por los vecinos.
    
    No te preocupes, ponte unas mallas debajo, así no pasa nada, ya veremos después cuando te las quitas.
    
    Con las mallas me sentía mas tranquila, me puse un suéter para cubrir los pezones y así salimos cuando escuchamos el claxon del auto de quien invito a Mario y a su linda esposa…o sea yo.
    
    Al salir mire con un poco de nervios, que no se trataba solo de una persona, en la parte trasera del auto habían 2 hombres de unos 46 años, manejando uno mas grande de edad, Mario subió de copiloto y a mi me sentaron en medio de los dos de atrás, nos alejamos sin llamar la atención, no habían pasado mas de 10 minutos cuando Mario me dijo sin vacilar.
    
    ¡Mi amor! Quítate las mallas, y el suéter, ya estamos lejos de casa.
    
    ¿Aquí? Le pregunte sorprendida.
    
    Si mi amor, vamos muestra a mis ...
«1234...»