1. Una buena verga negra para mi ano.


    Fecha: 18/12/2021, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mis gemidos se podían escuchar con claridad, mis tetas se bamboleaban rítmicamente, me dio la vuelta y ahora me puso en rodillas abrió mis piernas y metió sus dedos en mi vulva, como si fuera una verga metió y saco con velocidad, en pocos segundos me hizo mojarme, perdí las fuerzas y antes de reponerme me bajo de la paca de cartón, me paro y apoye las manos en la paca, separo mis piernas y sin piedad, me masturbo nuevamente, desfallecida casi caigo al piso.
    
    Ahora me dio la vuelta y así arrodillada me obligo a mamar su enorme verga, de mis ojos escurrieron unas lagrimas, no pude meter toda, apenas unos centímetros, por fin me ayudo a ponerme de pie, jalo una silla de madera y se sentó, me pidió me sentara sobre el al tiempo que tenia que ensartarme yo sola.
    
    Pese a estar muy lubricada, sentí dolor al ir entrando su verga, me quede quietecita unos segundos, trate de zafarme, pero fue un grave error pues me tomo de la cintura y sin piedad me sentó por completo, ensartándome.
    
    Aaaaaaaaaaaaaa, esperaaaaaaaaaa, por favorrrrrrrrrrrr, me matassssssssss ayayayayayayayayaay. Creo que por un momento perdí la conciencia, ya recuperada, yo misma inicie a subir y bajar en un rico vaivén, gozando esa gran verga.
    
    ¿Te gusta mi verga? Eh ¿te gusta putita?
    
    Siiiiiiiii, esta deliciosaaaaaaaa, a,a,a,a,a,a,a, se escuchaban mis gemidos, de pronto me tomo de las piernas y camino conmigo por la bodega, el tamaño de su verga era tal que no se salía, la sensación era enloquecedora.
    
    Se ...
    ... tendió en el piso, y yo quede sentada sobre el, así apoye mis brazos en su pecho y mis pies a su costado, así me elevaba y parecía una especie de sube y baja, cerré mis ojos y así respondí a sus preguntas mientras terminaba en un torrente su leche se mezclo con la mía.
    
    ¿Te gusta ser puta? ¿Lo disfrutas mucho putita?
    
    Si, me encanta ser puta, asiiiiiiiii aaaaaaaaaa, que rico, cógeme mas sácame toda la leche papi.
    
    Su leche corrió en mi interior como lava hirviendo, mi cuerpo estaba sudoroso…las tetas me dolían y mi clítoris estaba hinchado al igual que mi vulva.
    
    Quiero cogerte por el culo, ¿quieres que lo haga?
    
    Si, hazlo, rompe mi culo, con esa rica verga…déjalo lleno de leche.
    
    Me empino y puso su verga en mi ano, empujo un poco pero sentí tanto dolor que no pude evitar lloriquear asustada.
    
    Espera… nooooooooo, por favor no podrá entrar, olvidémoslo.
    
    Vamos, no tengas miedo, solo la puntita, no te dejare ir sin meterte aunque sea la punta.
    
    Apenas dijo esto y me tomo de la cintura, nuevamente sin piedad se abrió paso, sin importar mi dolor, no se detenía y al contrario parecía que mis suplicas lo calentaban mas, me desmalle y cuando reaccione, sentí como me punzaba el ano, estaba ensartada por completo, un hilillo de sangre escurría por mis piernas, pasado un poco el dolor, me fui adaptando a semejante verga, ahora yo misma me movía con suavidad, me sentía bien llena como nunca, sus manos tomaron mis pezones apretándolos con brusquedad, a pesar del dolor, ...