Mariela
Fecha: 26/12/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos
... desde el fondo de la habitación, aún con su minifalda y su blusa desarreglada por mi toqueteo. Con seriedad, puso los vasos, el hielo en la hielera, los refrescos y la cerveza en la mesita de centro de la habitación y finalmente me dio a firmar un recibo que tomé y dejé sobre la misma mesa.
En todo este proceso, el joven no le quitaba la vista de encima a Mariela. Su esposo estaba del otro lado de la habitación fuera del campo de visión del botones.
- Muchas gracias. – Le dije una vez que hubo terminado. – Ahora, para la propina tienes dos opciones.
El muchacho me vio con cara de desconcierto, sin saber qué decir.
- Te puedo dar una propina de 100 pesos, o ¿prefieres que nuestra amiga te de una rica mamada?
El muchacho me miró sorprendido y volteó a ver a Mariela, a la vez que yo lo hacía. Si esto la sorprendió, no dio el menor indicio de que así fuera y siguió sonriendo esa sonrisa cachonda que tanto me agradaba.
- No entiendo señor…
- No hay nada que entender, muchacho. O cien pesos o la mamada pero tienes 10 segundos para decidirte. – Le dije mientras tomaba la cartera para sacar el billete.
- La mamada. Quiero que me la mame. – Dijo apurado y temeroso de que se hubieran agotado los 10 segundos.
- Mariela, ya sabes que hacer. Dije haciéndome a un lado para que se acercara al joven. – Te recomiendo que te vayas bajando el pantalón…
Mariela, obediente, se acercó al joven y le abrió el pantalón del uniforme, hincándose frente a él, le bajó su ...
... truza y, como un resorte, saltó su verga como si tuviera vida propia apuntando a la cara de Mariela como si se estuviera ofreciendo como voluntario para su felación.
La chica tomó el pene del muchacho, ya completamente erecto y lo acarició con su mano en un suave movimiento. Era un pedazo de buen tamaño, no estaba circuncidado y se agitaba en su experta mano. El joven la veía con una mezcla de temor, sorpresa y excitación sin saber aún qué había hecho bien para merecer tan rico premio.
Mariela se metió la verga del joven en la boca, y con una gran delicadeza, fue devorándolo mientras le daba delicadas chupadas al glande. Finalmente, el botones cerró los ojos y se dejó llevar por esa excitante emoción de una mamada inesperada.
Poco a poco, Mariela fue intensificando su movimiento a la vez que acariciaba los huevos del muchacho, su cabello alborotado, sus ojos semicerrados y ese gesto de puta en celo, eran un poema erótico. Era una excelente mamadora y mi verga se empezó a poner dura de nuevo.
Me puse detrás de ella y empecé a acariciar sus tetas de nuevo. Me fascinaba sentirlas en mis manos, como dos pequeñas palomas temblorosas que se agitaban al contacto de mis manos. Pellizqué levemente sus pezones y volteó a verme en un gesto de aprobación aun sin soltar la verga del afortunado botones.
Lentamente le empecé a desabotonar la blusa hasta que finalmente se la quité por completo. Sus pezones estaban duros, parados, excitados. Si no estuviera comiéndose la verga de ...