1. Sexo entre una zorra y un vicioso


    Fecha: 27/12/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... dijo:
    
    -¡Chist!
    
    Su coño húmedo se arrastró por mi vientre, pasó por mi barbilla y se posó en mi boca, le metí la lengua dentro y después se lo lamí. Se quedó quieta apoyada con las dos manos en la cabecera de la cama mientras mi lengua entraba y salía de su coño y lamía labios y clítoris. Al rato paré y le dije:
    
    -El culo.
    
    -¿Qué?
    
    -Quiero que me pongas el culo en la boca.
    
    Me puso su majestuoso culo en la boca y con la lengua, delicadamente, le lamí y follé el ojete. Entre gemidos, me dijo:
    
    -Realmente eres un vicioso.
    
    -Y un guarro.
    
    -¿Muy guarro?
    
    -No te puedes imaginar cuánto.
    
    Poco después comenzó a gemir sin parar. Me puso el coño en la boca y movió el culo de atrás hacia delante y de delante hacia atrás cada vez más aprisa... De repente se quedó quieta. Comenzaron los espasmos y apretando su coño contra mi lengua se corrió en mi boca.
    
    Al acabar de correrse su coño bajó cómo había subido, pero esta vez dejando atrás un reguero de babas. Luego puso la vagina sobre la polla, bajó el culo y la clavó hasta el fondo. Mirándome a los ojos y bajando y subiendo el culo me fue dando caña... Cuando sintió que me iba a correr, me besó con lengua, después me volvió a mira a los ojos y me dijo:
    
    -Dámela.
    
    Subió el culo, lo bajó moviéndolo, como si estuvieras enroscando un tornillo. Cuando llegó al fondo vio cómo se me cerraban los ojos y me dijo:
    
    -Dímelo.
    
    -¿Qué quieres oír?
    
    -Quiero oír cómo me dices que te corres
    
    -¡Me corro!
    
    Me corrí ...
    ... cómo un burro, y le anegué el coño de leche. Al acabar, besándome y follándome muy despacito, me dijo:
    
    -Me gusta sentir cómo la polla se pone blanda dentro del coño después de correrse y cómo poco a poco se va endureciendo.
    
    Su voz me envolvía. Su boca me devoraba, y mi polla deslizándose por su coño engrasado en nada se puso dura. Apoyó las manos en mi pecho y comenzó a cabalgarme a toda pastilla, lento, un poco más rápido, lento, a toda pastilla... Me folló a su aire hasta que no pudo más y derrumbándose sobre mí, exclamó:
    
    -¡Me corro!
    
    Sentí cómo su coño apretaba y soltaba mi polla y cómo la bañaba de jugos. La sentí temblar sobre mí, y jadear cerca de mi oído. Se corrió cómo una bendita.
    
    Al acabar, aun respirando con dificultad, me susurró al oído:
    
    -¿Te falta mucho?
    
    -Sí. ¿Por qué no me la mamas un poquito?
    
    Me puso un lado del cuello en la boca. Se lo besé, y se lo chupé. Me puso el otro lado y mientras se lo besaba y se lo chupaba, me preguntó:
    
    -¿Te gustaría correrte en mi boca y que me tragara tu leche?
    
    -Y tragarla.
    
    -¡¿Qué has dicho?!
    
    -Que guardes alguna en la boca y me beses.
    
    -Creo que eso puede esperar.
    
    Empezó a follarme otra vez, pero esta vez a toda leche de principio a fin... Hizo que me corriera dentro de ella, después puso su coño en mi boca, y me dijo:
    
    -¿No querías leche? ¡Toma leche!
    
    El coño estaba perdido de jugos y leche. Al sacar la lengua frotó el coño contra ella, y en nada, se sacudió y me fue llenando la boca con ...