1. Yo no doy más.


    Fecha: 29/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    -¿Al final os vais a Madrid?.- Sebastián sostenía su tercer whisky que se le marcaban en sus ojos como la luz roja de un semáforo.
    
    -Lo estamos valorando.- Mi voz sonó hastía, la verdad es que no me apetecía hablar con el del asunto, Juan escritor como yo me había propuesto montar una editorial en Madrid; pero era un paso demasiado grande como para darlo sin meditarlo antes, Anabel tendría que dejar su trabajo cosa que no le importaba pero ese acto era más por mí que por ella, volví a mirarla, era instintivo sin ninguna intención de control, simplemente verla me hacía sentir en paz, era mi lado yen, Anabel permanecía en el corro junto a sus compañeros de trabajo siendo el centro de muchas miradas nunca provocadas, ella no necesitaba provocarlas era simplemente así, transparente y abierta a todo el mundo, su esbelto cuerpo junto a su color mulato heredado de su padre la hacía destacar allí donde se encontrará. Recordaba el día que se conocieron la impresión que me dio al entregarme mi libro para que se lo firmara; "Una España roja", un ensayo sobre la influencia del comunismo en España en el siglo XIX, aquel día prácticamente no levantaba la vista de la mesa, recuerdo ver cómo unas piernas de color se acercaron y sin darme cuenta mi vista ascendió por ellas hasta encontrar sus ojos verdes y una sonrisa perfecta, su rizado pelo estaba recogido en un moño poco trabajado, pero eso lejos de afearla la hacía más atractiva.
    
    -¿Me lo firmas?.- Dejo el libro sobre la mesa ...
    ... mirándome fijamente.- Aunque creo que estás un poco equivocado.- Dijo sin ningún pudor.- La URRS no tuvo tanta influencia en la derrota de los republicanos.- A cualquier escritor aquello lo hubiera enfurecido, no es normal que te critiquen tu libro a la vez que te piden tu firma, pero supongo que yo era diferente o simplemente sus ojos me cautivaron dejando que sus palabras no me hicieran efecto.
    
    -Es tu opinión, te la respeto, ¿A qué nombre?.
    
    -Anabel.
    
    No pude resistirme a poner mi teléfono en la firma, creí que no serviría de nada pero me arriesgue.
    
    Para Anabel, quizás la luz entre las sombras.
    
    Alonso
    
    -Aquí tienes, cuando quieras podemos....intercambiar ideas.- Dije sosteniendo el libro, una sonrisa volvió a aparecer en su cara.
    
    -No lo dudes.
    
    Me quedé mirando como se perdía entre la gente, con paso seguro abrió el libro por la primera hoja leyendo la dedicatoria, un hombre depósito su libro sobre la mesa esperando mi firma pero no pude dejar de mirarla, y al final sucedió, se giró y vi el brillo o si no lo vi lo imagine; al día siguiente estábamos comiendo en la Barceloneta delante del mar.
    
    -Cuando quieras nos vamos Alonso.- Anabel me había pillado perdido entre los cubitos del vacío vaso de whisky, su mano acarició mi cuello recordándome la calidez de su cuerpo.
    
    -Tranquila, estoy bien.- Aunque mi cuerpo me pedía tumbarme en mi cama intenté disimularlo forzando una sonrisa, no quería fallarle también en eso.
    
    -Mira media hora y nos vamos, yo ya estoy ...
«1234...»