1. La firma


    Fecha: 05/01/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me llamo Carlos y actualmente tengo 35 años, mido uno con setenta, hago deporte esporádicamente, lo suficiente para no oxidarme, tengo un punto canalla que me da un valor añadido con las mujeres. Tengo una empresa en la que trabajo solo, con la ayuda eventual de un par de colaboradores. básicamente realizó trabajos para clientes que quieren evitarse engorrosas negociaciones y papeleos, a cambio de un generoso porcentaje, es decir que para nada tengo apuros económicos y de tarde en tarde me doy un capricho de esos que parten el riñón. En cuestión de mujeres no tengo pareja estable, y mis preferencias son las casadas o comprometidas.
    
    Esto aconteció cuatro meses atrás, más o menos, llevaba tres semanas gestionando unas negociaciones para un cliente, el jueves a última hora de la tarde el acuerdo se cerró con éxito. No solo logre lo que mi cliente exigía, sino que lo mejore sustancialmente, el tiempo apremiaba ya que la documentación firmada por mi cliente había que presentarla si o si al día siguiente viernes. Le llame por teléfono para comunicarle la buena nueva y quedar con él esa misma noche para su aprobación y firma.
    
    - Arturo? Soy Carlos.
    
    - Carlos! ¿Como estas?
    
    - Bien, oye te llamo para decirte que ya está echó.
    
    - ¡Si! ¡Cojonudo! ¿Y qué tal?
    
    - Muy bien, he mejorado un quince por ciento tus exigencias. ¡En hora buena!
    
    - ¡Ostia que bien! Sabia que podía confiar en ti… Esto tenemos que celebrarlo.
    
    - ¡Ya lo creo! Oye, te tengo que ver esta noche para ...
    ... que lo leas y lo firmes…
    
    - ¡Esta noche! Eso es imposible.
    
    - ¡No me jodas Arturo! El plazo para entregar la documentación acaba mañana.
    
    - Estoy en Roma, no vuelvo hasta la semana que viene.
    
    - Me cago en… a ver como lo solucionamos.
    
    - Espera… déjame pensar… - una pausa larga. – puede firmar mi mujer?
    
    - Belén
    
    - Si, no tengo otra
    
    - ¿Qué tiene ella que ver con la sociedad?
    
    - Es socia fundadora al cincuenta por ciento en todos los aspectos.
    
    - No lo sabía
    
    - Lo compartimos todo…
    
    - Si es socia y está autorizada…
    
    - Su firma vale tanto como la mía.
    
    - Tendré que verla hoy sin falta…
    
    - Pásate por casa, ella se hará cargo
    
    - Vale… son las siete y media, llegare un poco tarde, a las nueve y media o diez.
    
    - A esa hora fijo que está en casa.
    
    - Vale, pero avísale que voy, no la vaya a pillar haciendo algo malo… jajajaja
    
    - Jajajaja… cualquier cosa que este haciendo seguro que no es malo… jajaja
    
    - ¡Vale! En cuanto reciba la documentación la repaso y lo organizo todo y salgo pitando para allá
    
    - De acuerdo campeón… te veo pronto. – colgó.
    
    Conocía a Belén, había coincidido con ella en varias ocasiones y compartido mas de una cena. Una mujer de armas tomar, corpulenta, que no gorda, curvas como una carretera de montaña, todas puestas en su lugar correcto, pecho generoso, rubia de pelo largo ondulado. En alguna ocasión había coqueteado con ella con resultado infructuoso, maestra en el arte de torear a los moscones que intentaban como yo ...
«1234...7»