La firma
Fecha: 05/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tener un rollo con ella. A sus cincuenta y pocos estaba cañón.
El ruido de la impresora escupiendo papeles me saco de mis ensoñaciones y me puse a la tarea, lo primero es lo primero, tarde un poco mas de lo que esperaba, salía de la oficina a las diez menos diez, tarde casi cuarenta minutos en llegar a la casa de Arturo y Belén, pulse el botón, sin obtener respuesta, insistí tres veces más, sin resultado, maldiciendo a Arturo me baje del coche y me disponía a llamarle por teléfono cuando la figura de Belén apareció por la esquina trotando, un conjunto de ropa deportiva muy ceñido que no dejaba nada a la imaginación, sus pechos botaban a cada paso que daba, al verme redujo la marcha, tuvo un instante de duda y al reconocerme camino decidida hacia mí.
- Carlos! ¿Qué haces aquí?
- ¿No te ha llamado Arturo?
- No, -dijo cogiendo el móvil que llevaba colgado de un cinturón. - Ah! Tengo tres llamadas perdidas de él y un par de mensajes.
Le di tiempo a que leyera los mensajes, al terminar me dio dos besos.
- Perdona no sentí las llamadas…
- No te preocupes, ahora te pongo al día del motivo de mi visita a estas horas.
Apareció un chico corriendo por la misma esquina que un minuto antes había doblado Belén, al vernos disminuyo la velocidad y con muchas dudas paso a nuestro lado, su cara de decepción era un poema, Belén sonreía y yo le aguante la mirada. Marcó un numero en su teléfono y la puerta se abrió lentamente.
- Mete el coche hasta el porche, y ahora ...
... hablamos en casa.
- De acuerdo.
Subió con paso rápido por el camino y yo con el coche tras ella disfrutaba de sus nalgas moverse bajo sus apretadas mallas iluminadas por los faros. ¡Vaya culo! Pensaba para mis adentros. Me baje del coche y ella me esperaba a las puertas de la imponente casa. Entramos yo tras ella, mientras cruzaba estancias iba encendiendo luces hasta llegar a la cocina.
- ¿Quieres tomar algo?
- ¿Tienes cerveza?
Me dio una botella de cerveza y ella tomo una botella de agua y bebió directamente de ella, la imité con mi cerveza, la puerta de la nevera estaba abierta y al estar de perfil no pude por menos que ver sus pezones apuntar al frente amenazando con romper su short deportivo.
- ¡Ah! Venía sedienta… - dijo dejando la botella y tomando una pequeña toalla comenzó a secarse el sudor.
- Correr da sed
- Y bien, he leído algo de que tengo que firmar.
- Si, debería firmar Arturo, pero no está disponible
- Esta en Roma, no viene hasta la semana que viene. Él y sus negocios
- Vuestros…
- Si, nuestros, pero de eso se encarga él mayormente.
- Si quieres te pongo al tanto y…
- Perdona Carlos… si no te importa me voy a dar una ducha rápida, me cambio y luego mientras cenamos me pones al día.
- Por supuesto.
- Encarga tu la cena, ahí tienes varias opciones, aunque yo me decanto por comida china.
- Pues que sea comida china. ¿Qué te pido?
- Yo como de todo, lo que quieras para ti, pero para dos.
- ¿Te lo comes todo? ...