1. Lindo viaje


    Fecha: 10/01/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: AnaLaura27, Fuente: CuentoRelatos

    ... algo más que una simple cita con un chico. Estaba en juego mi acuerdo con la empresa si esto salía mal. Él era uno de los jefes y si al final iba mal me podía ver sin esos ingresos que tan bien me venían.
    
    Así que en el pasillo de camino a la habitación, cuando ya llevábamos unos cuantos besos y era evidente que él llevaba mucho alcohol en el cuerpo, decidí que lo más sensato era acabar ahí. Fingí que empezaba a encontrarme mal y que me iba a casa. Ni siquiera lo deje casi hablar cuando ya estaba en la puerta del ascensor esperando que se cerraran las puertas. Su cara era un poema y empecé a pensar que igual eso había sido peor que el tener una noche loca con él. Solo esperaba que no tomara represalias contra mí o que quizás el alcohol hiciera que mañana no se acordara.
    
    Llegué hasta el coche, me senté y fui consciente de la calentura que me había proporcionado con tan solo unos besos. Estaba mojada y me sentía como una idiota por haber salido corriendo. Intenté no pensarlo e irme a casa. Pero una vez en la cama, todo volvió a mi mente y no podía dejar de pensar en ello. Al final, para poder dormir bien, acabé sacando el vibrador que guardo en la mesita de noche y consolándome a mí misma por la noche que me estaba perdiendo.
    
    J: Allí estaba yo. En la puerta de la habitación, las llaves en una mano y mi mano aún caliente de llevarla de la cintura. No sé qué pasó pero salió corriendo. No sabía que podía haber pasado para que saliese corriendo de esa manera. Salí ...
    ... corriendo tras ella, pero no la alcancé.
    
    A las 8 h, me encontraba en la puerta del hotel esperando mí transporte. Tenía la supuesta reunión en unas horas. Pensé que no vendría, pero allí estaba ella, en su coche, puesta al volante y puntualidad extrema. Con la cabeza cabizbaja, signo de que faltaba una comunicación entre ambos. Una vez que me introduje en el coche, ella me empezó a hablar, la detuve, y le comenté que me llevase al Mirador. Ella no lo sabía, pero la reunión se había pospuesto a la tarde debido a la complejidad familiar del señor Rodríguez, y la persona que me llamó, se encargó de no anular mi transporte para poder hacer un poco de turismo en la mañana.
    
    Así hizo lo hizo, y unos minutos más tardes allí estábamos los dos. No había nadie y las vistas eran espectaculares. Hice que me acompañase, me senté en un banco mirando a la dimensión del paisaje y me acompañó a mi lado. Sin dejar de mirar al monumento, le pregunté qué pasó, me giré 90º la cabeza y me dispuse a escucharla. Ella estaba con la cabeza aún cabizbaja, tomé mi dedo índice, llegué a su barbilla y se la levanté a mi misma vez que se la giré hacía la mía. En ese instante, le dije que sentía algo intenso por ella y que me podía contar lo que ocurrió. Ella asintió y me contó lo sucedido, le dio miedo porque ella también sentía algo intenso y eso la asustó. Después de unos minutos hablando, nuestros cuerpos se apoyaron el uno con el otro y su cabeza se apoyó sobre mi hombro. Ambos nos quedamos mirando el ...
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