1. Sus celos y mis curvas hicieron que me llevara al motel


    Fecha: 14/01/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: profelocutor, Fuente: CuentoRelatos

    ... figura, mi trasero y mis pechos. Las miradas, algunas descaradas y uno que otro piropo me dijeron. El plan funcionaba a la perfección.
    
    Al concluir, cuando nos subíamos a la motocicleta, él quiso como reclamarme el hecho de que muchas miradas varoniles se hacían evidente por mi vestimenta sexy y apretada que yo llevaba puesta.
    
    -Corazón, lo que no se exhibe no se puede vender y no pienso esconderme y evitar que me vean. – le dije con voz despreocupada –.
    
    Él me dijo; - a pesar de todo déjame decirte que te ves linda y me sorprendes amor, estás muy linda y provocativa. –Me insinuó él –. Yo le di las gracias guiñándole un ojo siendo coqueta.
    
    Sabía que mi plan era perfecto y era hora de jugar mi otra carta. Subimos a la motocicleta y de camino a la casa me aferré a su cintura y le puse mis pechos sobre su espalda y bajé mis manos hasta su cintura y un poco más abajo.
    
    En uno de esos frenos que dio bruscamente, aproveché y dejé que mis manos acariciaran su entrepierna, lo cual lo puso nervioso y pude sentir su miembro teniendo una erección ya que se notaba abultado.
    
    Aferré mis pechos a su espalda, apretándolo hacia mi con mis manos abiertas, subiendo una de ellas hacia su pecho y la otra la llevé hasta su miembro viril y se lo acaricié sutilmente. Inmediatamente él bajó la velocidad y se estacionó a la derecha debajo de unos árboles detrás de una maleza que allí había. Allí se bajó de la moto y me tomó por la cintura y me apretó hacia él y me besó apasionadamente. ...
    ... Agarró uno de mis senos, lo sacó y me lo comenzó a chupar apretándolo, todo excitado. Yo por supuesto correspondí a sus besos y caricias y lo pude sentir jadeante y excitado. Yo por supuesto estaba igual, me moría porque me hiciera el amor, que me hiciera suya, que me desnudara, abriera mis piernas y me penetrara como nunca.
    
    -Aquí no por favor! Quiero hacerlo pero no aquí, me da mucha pena! –Le dije.
    
    Subió a la moto y tomamos rumbo a un motel que conocíamos y que habíamos visitado en nuestros inicios. Yo en el recorrido no dejé de frotar su bulto, su miembro, se lo apretaba suavemente para sentirlo, para mantenerle el deseo y la excitación, la cual nunca perdió.
    
    Apenas entramos a la habitación y cerrar la puerta; comenzamos a desnudarnos y a comernos a besos. Pero debo decir que cuando me desvestía comenzó a desacelerar su ritmo y a tomarse su tiempo, lo que me gustó mucho.
    
    Me quitó la blusa y se colocó detrás de mí y me desabrochó mi brassier y dejó mis pechos al aire, los cuales me apretó suavemente desde atrás para luego seguir con mi pantalón. Desabrochó la cintura y bajó mi cremallera y lo deslizó poco a poco hacía abajo con cuidado ya que estaba ajustado a mi cuerpo. Dejó correr sus dedos debajo de mi panty tocándome la vagina, así, metió un de sus dedos suavemente dentro de aquella vulva toda húmeda.
    
    Siguió bajando al igual con sus manos y su boca, allí agachado comenzó a besar mis nalgas las cuales quedaron expuestas al bajar completamente mi pantalón. ...