Sus celos y mis curvas hicieron que me llevara al motel
Fecha: 14/01/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: profelocutor, Fuente: CuentoRelatos
... Me tomó en sus brazos y me arrojó a la cama y allí posó sus labios sobre mis pechos los cuales comenzó a chupar, morder y apretar con sus manos como queriendo que saliera néctar de ellos.
Ya para ese momento él tenía solo ropa interior porque se encargó de ir quitándosela al mismo tiempo que me desnudaba.
Seguidamente bajó por mí vientre hasta llegar a mi sexo. Me despojó de mi pequeñísima panty blanca tan sexy que yo llevaba puesta. Estaba toda húmeda con mis fluidos ya que estaba excitadísima y mis jugos vaginales se apropiaron de ella.
-Me encanta tu coño rasurado cielo, se ve lindo –Me dijo sin cohibirse.
Su boca, labios y dientes se postraron allí y me invadió toda, lamiendo mis pliegues vaginales, mi clítoris lo chupaba y lo mordía muy suavemente y a la vez lo succionaba como queriendo tragar mis mieles.
Yo gemía de placer porque el momento que había esperado tan ansiosa había llegado, estaba a punto de ser penetrada, cogida, amada por mi amante; el cual, no dejaba de hacerme caricias con sus labios.
Me tomó por mi cintura y me dio la vuelta para posarse allí sobre mis dos montículos, aquellas nalgas o trasero tan deseado momentos antes por las miradas inquietantes de los hombres en el centro comercial.
Allí se posó y las besó con delicadeza; se abrió paso entre ellas apartándolas un poco para luego con su lengua buscar mi orificio para lamerlo y acariciarlo. Rozó mis pliegues anales lo que me hizo gemir a gritos; pero no me importaba qué tan alto ...
... pude haber gritado. Yo estaba gozando y mi amante estaba a punto de poseerme, de cogerme toda y hacerme suya y él sería mío.
Yo por un momento tomé la iniciativa; me levanté y lo empujé a la cama para que quedara boca arriba, dejando su pene erecto para mí, el cual tomé con mi mano y le di una paja breve y luego lo metí en mi boca y comencé a chupárselo apresuradamente como toda una experta.
Mis líquidos salivales brotaban a montón sobre su verga; mientras, él gemía y hacía ruidos vocálicos, lo que aproveché para posarme sobre su pene e introducirlo en mi vagina, lo que me provocó otro gran gemido. Yo no podía en ese momento cohibirme de gemir ya que mi excitación era inmensa casi fuera de este mundo. –Por el tiempo que tenía sin hacerlo, diría yo –.
Comencé a moverme con mucha fuerza y ganas, fue como que si mi vientre tomara vida e iniciaba sus movimientos casi que independiente con aquel trozo de carne allí dentro. Esto hacía que mi pareja gimiera como queriendo correrse o venirse allí mismo. De inmediato paré mis frenéticos movimientos verticales para que él no eyaculara aún.
Seguidamente me bajé, me acosté a su lado y le dije con voz erótica:
-Cógeme! Penétrame! hazme tuya! Te deseo adentro, amor!
Él, por supuesto, me tomó las piernas y las abrió para colocarse entre ellas y comenzar a follar aquel coño sediento de ser penetrado. Me lo puso allí entre mis labios vaginales y presionó suave al principio, para luego entrar completamente y agregar fuertes ...