Cómo disfruté al novio de mi hija (2)
Fecha: 17/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MarianaV42, Fuente: CuentoRelatos
... había hecho 19 años atrás.
- ¿Te gustan más que la de tu novia? - Le pregunté mientras acariciaba su pelo.
- Estas si son tetas, Mariana.
Su boca era riquísima, pero pronto mis senos dejarían de disfrutar y fue primero el abdomen, después mi alfombrado pubis y después mi labia vaginal.
- Está grandota - Me dijo mientras besaba mis labios vaginales.
- Hecha a tu medida, amor.
Usó un dedo para masturbarme a la vez que, usando sólo la lengua y un poco de diente, le quitó el capuchón a mi pequeño clítoris. Y fue entonces que hundió su lengua en el interior de mi vagina a la vez que un dedito me estimulaba el clítoris.
Y fue perfecto. Salivaba lo justo para que mis fluidos y los suyos lubricaran, su lengua era lenta y delicada con mis interiores, nada que ver con lo acelerados que suelen estar los hombres al comerse una vagina. Pero aunque su lengua fuera amable y delicada, su dedo no y su despiadado tratamiento sobre mi clítoris me llevó al borde del primer orgasmo del día.
Lo empujé con fuerza, no quería ser la primera en venirme, no tan pronto. Pero Caleb estaba decidido y, tomándome con fuera de las piernas, logró meter dos dedos en mi vagina y forzó ese orgasmo que estuvo preparando con la lengua y el clítoris usando los dedos de forma violenta y acelerada. Cuando acabó y me corrí, hizo un "cuenco" con la mano y se tomó todo lo que pudo capturar de mi corrida.
- La tuya sabe más ácida que la de tu hija - Dijo mientras se lamía los dedos y su pene ...
... palpitaba.
- No... bueno, ¿te gusta?
- Sí, tienes mejor sabor. Además, la tuya no es chiquita y delicada...
- Te toca - Se dejó caer a mi lado en la cama y expuso su pene con orgullo. Ya de cerca dejaba de ser tan "wow, qué grande" y era más de "puta madre, esto me va a lastimar". Comencé a desear tener la boca grande de mi hija, porque yo no podía meterlo en mi boca sin sentir que mi mandíbula iba a tronar y me iba a ahogar.
Primero lo tomé, jalé el prepucio hacia abajo y, entonces le escupí, lo masturbé un poco mientras Caleb masajeaba mis nalgas y rosaba de tanto en tanto mi labia y mi ano, cuando líquido pre-seminal empezó a salir, fue que intenté meterlo en mi boca, fallé dos veces y, para la tercera, tomé la mayor cantidad de aire posible y, con mucho dolor en mi boca, logré meterlo, pero pronto tuve que sacarlo.
- No te fuerces, Mariana, tú hija aguanta muy poco con este dentro, me gusta más que me lo laman.
- Bueno saberlo.
Y fue así que, a la vez que masturbaba y lamía, comencé a sentirme más joven. Un hombre tan viril me estaba diciendo cómo tratar su cuerpo, cómo disfrutaba más de la mujer. Y en ese momento, yo era su mujer.
Tardamos aproximadamente unos diez minutos en que Caleb soltara el primer chorro del día. Recién le había lamido los huevos, tan pesados que menearlos usando mi lengua no era fácil. Subí por todo su tronco, pasé por el frenillo y finalmente llegué hasta la uretra, en donde usé la punta de mi lengua para estimular. En menos ...