1. HASTA LA CIMA - QUINTA PARTE


    Fecha: 20/01/2022, Categorías: Infidelidad Autor: maia24, Fuente: RelatosEróticos

    ... comentarle lo imbécil que había salido su hijo para después darle mis condolencias.
    
    La muda de ropa se trataba de interiores de algodón básicos, un conjunto deportivo de color gris y un par de calcetines azules. Miré por todas partes hasta darme cuenta de que lo de un hijo imbécil iba en serio; me había dejado ropa, pero no zapatos. Furiosa, salí de la habitación en calcetines azules y azoté la puerta tras de mí.
    
    —Maldito imbécil hijo de puta —exclamé.
    
    —Me alegra saber que mi hijo se preocupa por continuar preservando su reputación —sonó una voz pacifica a un lado de mí—. ¿Firmaste el consentimiento?
    
    El susto de escuchar aquella voz había tumbado el lugar que la furia había conseguido dentro de mí. Sabía que tenía que voltear y mirar al señor Wechsler, uno de los hombres más ricos y poderosos de España, sin embargo, también había sido capaz de enlistar al menos diez cosas que habría preferido hacer en ese momento. Barrer el edificio A era una de ellas.
    
    —¿Podría creer usted que todo lo que me dicen que evite hacer llega a mí como por arte de magia? —pregunté con los hombros caídos mientras me volteaba para devolverle la mirada.
    
    Aquel hombre no parecía molesto, y la pregunta le iluminó los ojos con una sonrisa que no había previsto. El padre de Massimo era más joven de lo que había esperado, y me sorprendió darme cuenta de que, a pesar de que ambos asistimos al evento de caridad, nunca había reparado en su presencia. Y no, no se trataba de un hombre poco ...
    ... imponente, sino que al hablar de uno de los hombres más ricos y poderosos no te esperas a alguien tan joven. Tan joven según los méritos que había logrado hasta aquel momento.
    
    —Así pasa cuando vivimos huyendo —respondió—, atraemos nuestros temores. Y no es por arte de magia, es por la obra de la ley más básica de la atracción.
    
    —Bueno —sonreí—. Me encantaría quedarme a almorzar, pero el deber me llama.
    
    —¿Sabes que es muy difícil que una persona pueda pararse frente a mí y hablar con esa naturalidad con la que tú lo haces? —cuestionó entrecerrando los ojos de la misma forma que Massimo solía hacerlo—. Te quedarás a almorzar y no está en discusión.
    
    Por supuesto que tenía que ser así,
    
    pensé,
    
    porque a mí me dicen que corra hacia un sentido y lo hago, pero en dirección opuesta.
    
    —Desde luego —sonreí.
    
    No sabía qué situación era la más incómoda de todas; si el hecho de que me encontrase almorzando con el dueño de la empresa en la que trabajaba, que fuera el padre del hombre que me había cogido sobre un vehículo en movimiento, que supiera del consentimiento que Massimo me había pedido que firmara o que estuviese almorzando en calcetines azules con el hombre más rico de España. Tal vez la respuesta correcta era todas las anteriores.
    
    La propiedad en la que me encontraba no se trataba del palacete de cuatro salones, ni el apartamento con vibra zen del edificio de ladrillo rojo. Tampoco parecía ser la propiedad dentro del complejo en la que Marta me había dejado, y ...
«12...111213...16»