1. Karla la vecina


    Fecha: 23/01/2022, Categorías: Hetero Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Karla, una mujer casada con un ingeniero mecánico, que por alguna razón vivan en los condominios del salado haya en Santa Marta, ella una mujer de piel blanca, ojos claros, labios carnosos, una cintura de envidia, unos senos parados al igual que su trasero y que decir de sus piernas que, aunque no eran tan carnosas eran torneadas y bonitas.
    
    Ella tenía muchos problemas con su marido, se corría el rumor que él fue casado y dejo a su esposa por ella, el problema era que al parecer él estaba planeando regresar con su primera mujer dejándola a ella con su hija de 2 meses.
    
    Su actitud era agresiva, estaba siempre de malas y era muy pedante, algunos vecinos la entendían, pero otros no y discutían con ella. En esa época, hablo del año 2014 iba mucho a esa unidad a cobrar la renta del departamento que mi tía me había heredado, si el departamento 402 el cual estaba a lado del departamento 401 donde ella vivía.
    
    Durante ese año vi pasar lo inevitable, entre discusiones y gritos, el esposo se fue, dejándola en ese departamento junto a su bebe, eso me aprecio detestable, ya que yo fui testigo de la escena, después de que él se fue, ella me miro e increíblemente me lanzo una sonrisa mientras sus ojos se vidriaban.
    
    Paso alrededor de dos meses, mi último inquilino se fue y me dejo un desastre el cual iba a diario a revisar los trabajos de mantenimiento, en ese tiempo comencé a hablar con ella, ¡pasé de un “buenos días vecina” y poco a poco eso se convirtió en una charla más ...
    ... amena!
    
    Así llegamos al año 2015, mi departamento ya estaba arreglado, solo iba para verla a ella y platicar, aunque a veces eran solo 20 minutos había valido la pena para mí, pero lo que más me encetaba era verla con su minifalda o sus calzas que transparentaban sus ricas nalgas o esos jeans entalladísimos que resaltaban sus duras nalgas, ella se daba cuenta de eso, ¡pero no le disgustaba al contrario casualmente cuando iba yo se arreglaba más coqueta!
    
    L: ¡Karla, me gustaría invitarte a cenar!
    
    K: Lo siento, pero tengo que rechazarte, ¡no tengo quien vea a mi nena!
    
    L: Entiendo, puedo hacer algo, ¡la verdad me encantaría salir contigo!
    
    K: A mí también, pero creo que nos e podrá, ¡lo siento!
    
    Estaba a punto de darme por vencido y retirarme cuando se me ocurrió una idea y que te parece si preparo la cena aquí en el departamento y así convivimos sin salir de casa, ella me miro y me dijo; -que tal si preparas la cena y cenamos aquí en mi comedor, claro, si gustas! Yo no lo pensé dos veces y acepte, quede de ir el sábado ya que es día estaba libre de todo, llegue a las 6 de la tarde y comencé a preparar la cena en mi departamento, como a eso de las 8 de la noche toque su puerta para llevar la comida y casi me desmayo, Karla me recibió con un vestido muy sensual, era negro, escotado y abierto de la pierna izquierda, ¡no pude evitar verla de arriba hasta abajo!
    
    K: Hola, pasa Luis, ¡pasa!
    
    L: ¡Gracias, oye te ves espectacular!
    
    K: Ay, gracias, tú también te ves bien, ...
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