1. Van Gogh Alive: The Experience


    Fecha: 24/01/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos

    ... expresa seguridad en sí mismo, pero al mismo tiempo me transmite confianza. Su arrolladora personalidad hace que me embelese con cada gesto suyo. Su risa me contagia y no puedo evitar sonreír cuando él lo hace. ¿Qué me está pasando? Ni que fuera yo una adolescente que queda prendada mientras le pide un autógrafo a su actor favorito.
    
    Ahora tengo calor y me molesta el suéter. La verdad, no sé si es por la elevada temperatura del local o porque mis hormonas se han disparado, pero tengo unos calores que creo que se me reflejan en la cara. Los tonos rosados de mi piel mudan en matices rojizos, de modo que le pido disculpas y voy al aseo, me bajo los pantalones y las bragas y me siento en la taza, pero antes de orinar toco mi sexo y compruebo lo gelatinosa que está mi raja y la placentera sensación que me da pasar mi dedo por ella. Se me han ido las ganas de orinar, ahora lo que tengo son ganas de follar. Empiezo a frotarme la raja en un reiterado vaivén y hundo dos dedos dentro de mí con una facilidad pasmosa, después los saco y los lamo embriagándome de mis flujos e imagino que es la polla de “iron man” rezumando los suyos. Vuelvo a llevar mi mano a mi sexo y me detengo en mi nódulo del placer para frotarlo con firmeza. No puedo parar de hacerlo hasta que alguien entra en el lavabo y me corta el rollo. Puedo oír el chorro de pis y se me va la libido, de modo que me limpio mis caldos con el papel, me subo las bragas, a continuación los pantalones y salgo de la pequeña estancia ...
    ... para lavarme las manos. Después recompongo un poco mi atuendo y vuelvo a la mesa junto a mi don Juan.
    
    —¿Te parece bien que cenemos juntos?, —me pregunta cuando me siento. Supongo que es el camino correcto a seguir antes de que acabemos retozando en la cama. Soy yo la que está dispuesta a saltarme el trámite de la cena porque yo también tengo hambre, pero mis apetitos son de otra índole. Tengo que continuar ofreciéndole mi mejor cara de mujer ilustrada en arte y no el de una libertina que no puede mantener las piernas cerradas.
    
    Cualquiera pensará que soy una mujer muy dada al libertinaje. No es eso. Lo que ocurre es que Robert Downey junior parece haberme hechizado con una pócima.
    
    Cenamos en la Tagliatela. Yo he pedido una ensalada Caprese y él una pizza de no sé cuantos quesos. Para el vino elegimos un Protos (Ribera del Duero) y cae la botella entera mientras cenamos. Por supuesto, el tema más recurrente es el arte, sin embargo, en la sobremesa se aventura a dar un paso más, y no sé si es porque lleva una cogorza como yo, o porque ha decidido que ya va siendo hora.
    
    —¿En qué hotel te hospedas?, —me pregunta.
    
    —En Vincci Soho, —le digo.
    
    —Está cerca, —comenta. Sé que lo está. Tan sólo tiene que pedírmelo y en cinco minutos podemos estar retozando en la cama, pero no lo hace y le maldigo.
    
    —¿Te apetece que tomemos unas copas en un pub que conozco? No está lejos, —me pregunta.
    
    “Lo que me apetece es follar contigo hasta desfallecer y que no sigas haciendo el ...
«1234...7»