1. El macarra


    Fecha: 25/01/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... besarme. Ya directamente con lengua, lascivamente, con sus manos en mi culo, sin pedir permiso en nada. Yo aunque no me lo esperaba respondí a su beso y mi lengua también se internó en su boca, y pocas cosas me ponen más cachonda que un beso húmedo y nuestras lenguas deslizándose una sobre la otra.
    
    Ahí nos relajamos un poco, nos recostamos en el sofá del salón y nos dedicamos a disfrutar de esos besos y magreos, un poco más tranquilos, aunque la excitación seguía subiendo. Yo le magreaba el paquete por encima de los vaqueros y también el culo. Para mi sorpresa, se la sacó bastante más pronto de lo que yo esperaba, y dirigió mi mano para que se la manoseara mientras seguíamos dándonos lengua. Se notaba semierecta y aun así ya tenía un buen tamaño. Me separé de él para poder mirar su tranca y efectivamente andaba bastante bien dotado… a ver cómo sería cuando eso se pusiera duro del todo…
    
    Mientras yo estaba a mis pensamientos él no quería perder el tiempo y me puso la mano en la cabeza como dirigiéndomela hacia abajo, invitándome “sutilmente” a que se la chupara. Yo a esas alturas tenía ya bastantes ganas de hacer eso. Me recosté en el sofá para estar más cómoda y una vez la tuve enfrente le di un par de lametones, disfrutando de su suavidad. No le olía demasiado bien, pero con lo cachonda que estaba ya, poco me importaba. Me metí la parte superior en la boca y empecé el movimiento arriba y abajo, con suavidad pero a buen ritmo. A cada vez que entraba mi excitación ...
    ... aumentaba y aumentaba. La tenía ya creo que totalmente dura, y efectivamente era un pollón, larga y bastante ancha, de hecho me dolían un poco las comisuras de los labios de tanto que tenía que abrir la boca. Él me empujaba hacia abajo la cabeza pero creo que solo era para ver hasta dónde podía llegar, después dejó de hacerlo. Digamos que me llegaba hasta el fondo de la garganta y sobraba un buen trozo porque aun así daba para que mi mano agarrara la base de su tranca. Esa posición me permitía meterme la otra mano por debajo del vestido, y dentro de las bragas para estimular mi clítoris, cosa que me encanta hacer cuando mamo una polla. Me iba guiando con sus manos en mi cabeza, aumentando el ritmo. Yo por mi parte mi autoestimulación estaba surtiendo su efecto y probablemente llegaría al orgasmo solo tocándome, de tanto que me ponía esta situación. Sin embargo, antes de que eso llegara, y sin avisar, Nacho empezó a soltar chorretones de semen dentro de mi boca, al tiempo que gemía entrecortadamente. Yo para no manchar nada retuve su leche dentro de mi boca, mientras seguía suavemente moviéndome arriba y abajo, hasta que noté que ya no salía más y que él se relajaba.
    
    Ahí me levanté y me apresuré hacia el cuarto de baño. Nacho, al ver lo que yo iba a hacer, intentó hacerme cambiar de opinión diciendo “No te lo tragas?” Yo dije que no con la cabeza y seguí hacia el baño, y le oí decir “Tú te lo pierdes”. En el baño lo escupí, viendo la gran cantidad de semen que había echado en mi ...
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