1. No lo pienses demasiado (Parte 7)


    Fecha: 01/06/2018, Categorías: Anal Autor: Ireneta, Fuente: CuentoRelatos

    Nos vestimos y bajamos para encontrarnos con Laura y Juan.
    
    Irene: Bueno Juan antes de nada, suelta todos los chistecitos que se te ocurran y nos los ahorramos a lo largo de la noche, porque esto va a pasar continuamente. -Cogí a Carla por la barbilla y le planté un beso con lengua.
    
    Juan: Madre mía si así empieza la noche, a mitad me vais a tener que llevar a un hospital.
    
    Irene: A mitad de noche espero no estar ya contigo, no te ofendas.
    
    Juan: Jajaja lo mismo digo. -Con una sonrisa de oreja a oreja cogió a Laura por la cintura.
    
    Salimos del hotel y fuimos a un bar que nos habían recomendado para cenar de tapas. Durante la cena Laura y Juan estuvieron también muy cariñosos lo que nos ponía a nosotras también la situación más fácil. Después de la cena salimos a un garito cercano a tomar unas copas antes de volver al hotel, era más un trámite que otra cosa puesto que las dos parejas estábamos deseando volver. Carla notó que Juan se excitaba cuando nos veía besarnos y sobarnos mientras bailábamos, y eso la excitó.
    
    Carla: Juan se está poniendo malísimo de vernos. -Susurró en mi oído.
    
    Irene: Y eso te gusta por casualidad? -Yo no podía ver a Juan, pues estaba detrás de mí.
    
    Carla: Es raro pero sí...
    
    Irene: Y crees que esto le gustará?
    
    Empecé a comerle el cuello y a abrazarla apretando nuestros pechos.
    
    Carla: Sí... tiene toda la pinta. Creo que ya va siendo hora de irnos al hotel, no aguanto más.
    
    Irene: Eso es todo lo que necesitaba oír.
    
    Laura y ...
    ... Juan estaban de acuerdo en que era hora de irnos, volvimos a paso ligero al hotel y en el ascensor esta vez fue Carla la que me manoseaba mientras veía la reacción de Juan que nos miraba de reojo mientras devoraba a Laura, salimos y ni nos despedimos antes de entrar en la habitaciones.
    
    Carla: Irene estoy a mil ayúdame a bajar.
    
    Casi arrancaba mi ropa, parecía que tuviera mil manos, su cara era puro vicio y sus ojos estaban clavados en los míos. Ella me tenía a mi apoyada en la puerta, así que la giré, le bajé los pantalones y la ropa interior empapada y mientras sujetaba sus brazos por encima de su cabeza contra la puerta, la empecé a masturbar con dos dedos, sin dejarla que me besara y sin apartar nuestras miradas, hasta que cerró con fuerza sus ojos, soltó un gemido y sus piernas se debilitaron. Era el segundo orgasmo de Carla en la noche.
    
    Carla: Gracias... -Dijo sin casi poder hablar.
    
    Nos terminamos de quitar la ropa y nos metimos en la cama, dejé que Carla se recuperara un poco antes de seguir.
    
    Irene: Bueno cuál es la sorpresa? -Desde que lo dijo no había podido pensar en otra cosa.
    
    Carla: Uy es verdad! Espera que ahora vengo.
    
    Me quedé en la cama mirando lo que hacía, se dirigió al armario, de su maleta saco una bolsa y me la dio. Al abrir la bolsa me quedé a cuadros, dentro había un arnés que llevaba incorporado un consolador de unos 15 cm, era algo que no esperaba encontrar.
    
    Carla: Qué te parece?
    
    Irene: Bueno pues, no sé, nunca he utilizado uno, ...
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