No lo pienses demasiado (Parte 7)
Fecha: 01/06/2018,
Categorías:
Anal
Autor: Ireneta, Fuente: CuentoRelatos
... consolador. Empecé a acelerar el ritmo y podía ver cómo los pechos de Carla se movían con cada embestida mía, cómo ella agarraba las sábanas con las manos y las retorcía y sus gemidos en cada penetración. Le di un par de palmadas en el culo y ella giró su cabeza mirándome con una sonrisa.
Carla: Al final volvió tu dureza. Me encanta verte así.
Era cierto que había estado toda la noche conteniéndome para no hacerle daño, pero ya no podía reprimirme más, con una mano la agarré por el pelo y con la otra acariciaba su clítoris mientras la penetraba con fuerza. El escándalo que teníamos montado con nuestros gemidos debía de oírse en toda la planta el hotel pero nos daba igual. Yo llegué al orgasmo primero y a los minutos llegó ella. El quinto de Carla.
Ahora ya sí, me quite el arnés empapado por las dos y lo tiré al suelo de la habitación, me tumbé a su lado, que aún estaba boca abajo y la besé en el hombro. Se acercó un poco a mí y se me abrazó poniendo también una de sus piernas sobre mi.
Carla: Ya no puedo más.
Irene: Lo sé, ahora tenemos que descansar. Que duermas bien guapa.
Carla ya no contestó. Estiré el brazo, apagué la luz y las dos nos quedamos durmiendo.
Por la mañana sonó el despertador, yo me levanté al baño con cuidado para no despertar a Carla que aún seguía dormida. Me metí sigilosamente por debajo de las sábanas, separé las piernas de Carla y empecé a lamer sus labios con delicadeza, su clítoris y a introducirle la lengua. Enseguida sus manos ...
... se enredaron en mi pelo, su cadera se movía al ritmo de mi lengua y sus gemidos se oían en la habitación. No tardó en llegar al orgasmo, agarrando las sábanas con fuerza y arqueando su espalda. Terminé de limpiarlo todo abajo y subí besando su cuerpo hasta llegar a su boca.
Irene: Buenos días rubia. -Continuaba besando su cuello.
Carla: Buenos días mi niña, así da gusto despertarse.
Me tumbé acariciando su cuerpo y jugando con sus pezones que estaban duros después del orgasmo.
Irene: Vamos a darnos una ducha y bajamos a desayunar? Estoy muerta de hambre.
Carla: Sí yo también, vamos.
Al entrar en la ducha Carla miró mi espalda, vio los arañazos que me había hecho por la noche y con mucho cuidado los recorrió con los dedos.
Carla: Madre mía! Eso he sido yo? Te duele? Lo siento muchísimo, no quería hacerte daño. -Su voz se notaba preocupada.
Irene: No pasa nada, apenas me duele y en el momento me encantó.
Carla: Pero eso no va a desaparecer en dos días, que le dirás a Iván?
Irene: Tranquila ya se me ocurrirá algo, no te preocupes por eso ahora.
Nos dimos una ducha rápida y bajamos a desayunar, Juan y Laura ya nos estaban esperando.
Laura: Buenos días escandalosas!! Tendréis hambre no? Jajaja. -Juan y ella se reían.
Carla: Buenos días sosos!! Pues sí que tengo hambre, pienso asaltar el buffet.
Juan: No somos sosos! Somos discretos chavala!!
Irene: Pues eso, sois unos sosos. -Le saqué la lengua a los dos.
Al parecer habíamos formado ...