1. Beatriz y Carlos, casualidades.


    Fecha: 28/01/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cautivadora de las caricias, en la más seductora de las sonrisas, en el más hechicero de los alientos…
    
    VI.- ÉL- flores.
    
    Nuestra relación se iba consolidando a pasos agigantados, mi amor por ella no tenía límites, seguro que habrá alguien que se ría de mis ocurrencias pero os puedo asegurar que si en algún momento fuera posible, preferiría tener yo el dolor de la regla antes de que lo tuviera ella, jejej… Hasta los wasa que escribí se convertían en pura poesía, era el hombre más feliz del mundo y sin embargo esa felicidad no podía meterla en una botella mágica para ir bebiendo de ella cuando necesitara su apoyo y su presencia, cuando por la distancia no la tenía. Eso era algo que llevaba mal, la ausencia.
    
    En fin, el trabajo es lo que es. Yo tenía que pasar muchos días, a veces hasta semanas fuera de mi casa, aunque allí tumbado en la cama de cualquier hotel, no me cansaba de llamarla, de escribirle, de verla en pantalla y cuando eso no era posible recurría a mi botellita de la nostalgia y me regodeaba imaginándola en cualquiera de las situaciones más sorprendentes e increíbles, más inverosímiles o increíbles.
    
    Aquella semana era larga, demasiado larga. Era miércoles y hasta el sábado no volvería a casa, entretenía el tiempo en recordar lo vivido y en imaginar nuestro mañana; jugaba a desear estar con ella, a volar por encima de la distancia y ser capaz en décimas de segundo de estar a su lado velando el descanso y su sueño. Mañana jueves se cumplen años de cuando la ...
    ... conocí, aquel día en el instituto cuando quedé deslumbrado ante aquella chiquilla que llevaba una trenza que la aniñaba pero que la hacía más dulce y tierna, con los libros en sus brazos, riendo y hablando de forma confidente con su amiga del alma. Hacemos años y aunque a ella siempre se le olvida, yo siempre le doy un beso y un gracias por estar ahí, por haber aparecido en mi vida. Y sin embargo mañana tendré que felicitarla en la distancia, ¡qué le vamos a hacer!
    
    Suena el móvil
    
    -Carlos, soy Juan, se ha podido reorganizar el trabajo, me debes una, así que si quieres mañana puedes tomarte el día libre, con la condición de que el viernes te quiero aquí y doblando turno, así que ala.
    
    -Vale, no sabes cómo te lo agradezco.
    
    Por lo inesperado de la situación me quedé casi sin reaccionar, era cómico verme con la boca abierta, hasta que comenzó a dibujarse una enorme sonrisa en mi rostro, ahora sí, por fin las cosas parece que comienzan a cambiar, me voy, me voy a mi casa, al lado de Bea.
    
    Eran las siete de la tarde, no pude, no quise esperar al día siguiente a pesar del cansancio de la larga jornada, sentía la necesidad imperiosa de irme, de estar a su lado, de dormir abrazados y cuando despertara con un beso darle las gracias por estar ahí, junto a mí, por hacerme el hombre más feliz del mundo. Así que tenía frente a mí unas cinco horas de coche, no me importaba, quería sorprenderla, que cuando abriera los ojos, fueran los míos los que viera, así que no le dije nada, ...
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