1. Beatriz y Carlos, casualidades.


    Fecha: 28/01/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... quejas y lamentos, estaba guapísimo, era consciente que terminaría por deslumbrar e impresionar a nuestros anfitriones. Llevábamos como presente un tiramisú para el postre, algo que me sale genial, además de que ¿qué podíamos llevar si no conocíamos vinos buenos y otra cosa no se nos ocurría?, sería por nuestra falta de experiencia en cuanto a relaciones sociales, jejejej.... Es lo malo de ser tan hogareños.
    
    -Bea, ¡por Dios, estás preciosa! Carlos, que tienes en tu casa un auténtico bombón.
    
    -Ya lo sé, -mi sonrisa recorría toda mi cara, abarcaba todo mi cuerpo.
    
    Me puse roja como un tomate, tampoco era para tanto, digo yo; no podía evitar el ruborizarme ante situaciones parecidas, mi timidez me la volvía a jugar. A quien se le iban los ojos, desde el primer momento hasta que terminó la cena era a Alberto, no terminaba de entenderlo con la mujer que él tenía en casa, todos los hombres son iguales. Y para colmo me resultaba embarazoso por pensar que Carlos se pudiera sentir incómodo aunque también es verdad que no dio muestras de ello.
    
    La cena transcurrió con total normalidad, ellos hablando de futbol y nosotras del trabajo y de la gente del mismo, de nuestras vidas, de nuestras motivaciones en el día a día. Y me sentí tremendamente orgullosa cuando del postre no dejaron nada, vamos el recipiente de cristal aunque temí que en algún momento hasta terminaran con él, jejejej…
    
    Y luego vinieron las copas, madre mía, con lo mal que las tolero. Yo soy como una amiga ...
    ... mía que siempre está con las bromas y dice “que ella no puede tomar alcohol por lo de las piernas, a lo que siempre hay alguien que le dice, ¿qué pasa que se te doblan? Noooooo, que vaaaaaa, que se me abren, jejejej….”
    
    Y así iba transcurriendo la noche hasta que ellos dijeron de bajar al bar a tomar una última copa, cosa que sé que nunca ocurre, porque detrás de una viene otra, y además, para poder ver el partido de futbol que estaban echando por la tele de pago. Y nosotras nos quedamos en la casa, charlando como si se nos fuera a acabar el mundo, como si no hubiera mañana, y es que el alcohol es lo que tiene, que suelta la lengua, libera las palabras, afloja los prejuicios, arroja los impulsos... Y así llegó el momento de ponernos más cómodas, sentarnos en el sofá pero como aún estaba todo sobre la mesa decidimos primero quitarlo. Ay, Dios, que sobreesfuerzo para controlar el equilibrio y la risa.
    
    III.- ELLA- bragas.
    
    Y de la misma forma desapareció de mi rostro de forma fulminante la sonrisa.
    
    No sé cómo ni por qué ocurrió, no lo vi venir de ninguna de las formas y maneras, fue algo tan desconcertante hasta el punto que me quedé paralizada, en estado de shock. Llevaba las dos manos ocupadas con platos, cubiertos o vasos y además intentaba guardar el equilibrio sin que se me notara un cierto mareo, Sara me cogió con sus manos los pechos desde atrás, al mismo tiempo que posó sus labios sobre mi cuello, su húmeda lengua sobre mi piel. Sentí una punzada fulminante de ...
«1234...26»