El pasado de Ale
Fecha: 28/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos
... reuníamos por primera vez en años.
Ale tomaba zumo y yo la observaba con discreción mientras hablaba con amigas. Poco a poco me fui acercando a ella, pasando de una persona a otra. Me di cuenta de que me miraba de vez en cuando, cuando se pensaba que yo no la veía. Cuando estaba ya lo suficientemente cerca me llevé una sorpresa al ver que fue ella quien decidió abandonar su conversación para venir a hablar conmigo.
- Hola! – me dijo, con una tremenda sonrisa y brillo en los ojos. Casi me derrito
- Hola! – respondí tratando de ocultar mi nudo en la garganta. Me temblaban las manos…cómo podía ser? Pensé que tenía el control de la situación y resultó no ser así.
“No le mires las tetas, no le mires las tetas!” me repetía en la cabeza una y otra vez. No era misión sencilla, el ligero escote dejaba ver lo suficiente como para imaginar lo perfectas que eran. Y además embarazada, seguro que eran una pasada, me moría de ganas por verla desnuda.
- Como te va? Qué ha cambiado en tu vida desde hace una semana y media? – sonrió
Qué tranquila se la notaba, ni un ápice de nerviosismo como en la cafetería. Es como si hubiera estado practicando durante la semana. Estuvimos hablando un rato de cosas sin importancia.
Llevábamos ya más de una hora en el jardín cuando Laura nos invitó a todos a pasar dentro a la sala de fiestas. Había más de uno que ya se le empezaba a notar contento. Pasé detrás de Ale y aproveché para mirarla el culo. El vestido azul volaba alrededor de ...
... sus muslos según caminaba, pero se ajustaba perfectamente a su cadera y culo. Me estaba poniendo a 1000. Al pasar a la casa y con el contraluz de las ventanas me pareció distinguir la silueta de un tanga perfectamente acoplado a su magnífico culo. Me iba a dar algo, mis instintos más primarios estaban trabajando a todo gas, mi polla estaba despierta y me empujaba contra el culo de Ale. No podía dejar de mirarlo. De repente según caminábamos y sin detenerse Ale se giró para mirarme y echarme una sonrisa preciosa. Casi me pilló mirándola el culo. Yo sonreí igualmente. Qué había sido eso? Para que se giró y por qué me sonrió?… me dio algo de miedo. Ale estaba casada y embarazada, qué diablos realmente esperaba que pasase? La posibilidad más remotamente optimista que pensé que podría tener era un recuerdo de sus tetas en algún descuido agachándose, como material para mis pajas.
En la sala de fiestas había más bebidas y cosas de picar. Laura había elegido este sitio ya que podíamos poner música sin molestar a los vecinos. Ale y yo seguimos hablando, cada vez más cómodos el uno con el otro. Me sorprendí a mí mismo cuando empecé a hablarla como hablaba a las chicas que acababa de conocer en un bar e intentaba ligar con ellas, aunque sin llegar al mismo descaro. Ella se lo estaba pasando bien, puede que llevase tiempo sin que alguien la prestase tanta atención, y si era yo incluso mejor.
Una media hora después ya quedaban muy pocos que no estuviesen contentos, incluso alguno ya ...