1. Las fotografías despertaron su calentura


    Fecha: 05/02/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... nivel, donde, rodeada de espejos, había una gran cama frente a un televisor donde proyectaban películas pornográficas. Se contaba con un baño bien dispuesto y limpio. Las paredes tenían cuadros con figuras de parejas enamoradas, todo muy bien organizado y llamativo. ¡Claro! Para ese instante, eso era lo que menos les importaba a ellos. Era yo quien ponía atención a los detalles.
    
    Y, en el sofá de ese primer nivel, Wilson se sienta en el borde y atrae a mi mujer para que se instale encima de él. Ella, sin quitarse la ropa, así lo hace. Y, como no tenía las bragas puestas, esa primera maniobra resulta fácil. Ella abre sus piernas, dejando las piernas de él en medio, acomoda su vagina sobre el pene de aquel y deja caer su cuerpo. Apenas siente que su miembro la penetra, exclama un sonoro, aaahhh… muestra de la inmensa expectativa que guardaba esperando ese momento.
    
    Empieza a mover su cuerpo, adelante y atrás, instalada sobre aquel, pero parecen estar algo incómodos y no poder maniobrar con libertad. De modo que él, después de varios intentos errados por acomodarse, le dice… “Mamita, mejor vamos arriba”. Si, vamos, replica ella. Estás incómodo, ¿verdad? Si, dice él, mientras se incorpora, la toma de la mano y la arrastra escaleras arriba.
    
    Al llegar al segundo nivel, él se tiró de espaldas sobre la cama y le hizo señas para que se acercara y siguieran con lo que habían empezado allá abajo, así que mi esposa se retiró la pequeña falda roja, su chaqueta blanca y se acomodó ...
    ... de nuevo sobre aquel. Ahora sí, con entera libertad, ella empezó a moverse a gusto sobre el pene de aquel. Primero movía su cuerpo adelante y atrás, pero, con el pasar del tiempo, poco a poco, empezó a moverse de manera circular sobre su pene, presa de la mayor excitación, pues gemía, su rostro se contraía y con sus manos se acariciaba sus propios pechos. Aquel, sabiendo lo que pasaba, de cuando en vez, la aprisionaba por sus nalgas y le insinuaba cómo mover su cuerpo.
    
    Pasados los minutos ella parece alcanzar el clímax y se retira de aquel, tumbándose a su lado y aun contorsionándose, presa de la emoción. Wilson, le pide que se coloque de espaldas y ahí, tumbados sobre la cama, la penetra desde atrás, ahora sí, empujando con gran vigor e intensidad. La escena es excitante, porque a medida que el empuja y empuja, la excitación de ella va otra vez en aumento y ya no gime, grita, con cada embate de este macho persistente. Mientras lo hace, sus manos se entretienen acariciando los hinchados y agitados pechos de mi mujer. Voy a complacerte como nunca antes, para que no me deje olvidado tanto tiempo, como esta vez, dijo. ¿Te gusta? Si, dijo ella. ¿Qué es lo que más te gusta? Sigue así, dijo ella.
    
    Al rato, y después de darle y darle, el hombre pareció alcanzar su máxima sensación y, apretando las caderas de mi esposa con sus manos, la retuvo contra su cuerpo empujando y reteniendo su miembro en el contraído sexo de mi mujer mientras eyaculaba. Al rato se retiró y se pudo ver el ...
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