1. Nalgona


    Fecha: 08/02/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cama, donde continuó viniéndose, temblando de placer.
    
    Yo me lancé en pos de sus nalgas para besarlas y acariciarlas, metiéndole la lengua en el ojete sonrosado, lo que me excitaba tremendamente, al sentir los pliegues de éste apretarme la lengua, lo que me alentaba para seguir introduciéndola dentro de su ano.
    
    Con esta sabrosa lamida de culo, mi verga no perdió su dureza y poniéndola nuevamente en cuatro patas, procedí a meter con mucho cuidado mi robusto miembro en aquel ansiado ojete, que le dio la bienvenida abriéndose a todo lo que daba, para luego accionar el esfínter y atraparlo entre el aro delicioso de su culo, que lo atrapó inmediatamente. Después de unos cuantos empujones, la vigorosa lanza se metió hasta lo más profundo de sus entrañas, donde fue acariciado por las ardientes paredes de carde sedeña, que lo apretaban y sobaban agradecidas de ser llenadas tan completamente.
    
    Teniendo atravesado totalmente aquel recto y solazándome con la contemplación de aquellas lunas blancas que se removían delante de mí, me di a la tarea de removerle todo el interior de su intestino, con lo que ella empezó a quejarse cachondamente, expresándome la satisfacción que sentía al sentir rebañadas sus entrañas por una verga que colmaba todas sus ansias. Le sepultaba completamente mi verga y después la extraía sintiendo como las paredes de su recto se forraban en toda su longitud, tratando de no dejarlo salir, y cuando ya tenía la cabeza casi por abandonar el cálido estuche, ...
    ... nuevamente la dejaba avanzar para llegarle a lo más profundo de su interior.
    
    Mientras continuaba con mis movimientos de mete y saca, mi mano derecha buscó la ranura de su coño y localizando en la parte superior de los labios el erguido clítoris, procedí a masturbárselo, en movimiento rotatorio, con lo que la llevé al paroxismo del placer, ya que ella gozaba doblemente, al sentir la profunda penetración en su ano, y el cosquilleo placentero que le provocaban mis dedos al frotarle el sonrosado botoncito.
    
    Atacada por los dos lados, ella se vino abundantemente dejando escapar de su vagina sus femeninos jugos, mientras que yo, abandonando la labor que venía efectuando en su clítoris, la atrapé por la cintura y atrayendo sus hermosas nalgas, ataqué definitivamente el interior de su culo, metiendo con furia mi miembro viril en sus ansiosas entrañas, hasta que mis huevos liberaron toda la leche contenida en su interior, con la que le llené completamente el orificio trasero, que absorbió con deleite todos los chorros que liberaron mis pelotas, y que absorbió inmediatamente su sediento culo..
    
    No queriendo dejar de sentir la delicia de esta sodomización, continué perforándola con mi potente verga, poniendo en esta labor toda la energía de que era capaz, tratando de satisfacer completamente a esta mujer que se me entregaba de esta manera, ofreciéndose a los embates de mi verga, tratando de recibir nuevamente el placer que le ocasionaba la introducción en su recto de una verga que la ...