1. Lo que siguió en la noche con Stella (2)


    Fecha: 09/02/2022, Categorías: Hetero Autor: Ber, Fuente: CuentoRelatos

    Al legar a mi departamento, le señalé la barra del pequeño bar que tengo. “Escoge con lo que quieras empezar nuestra borrachera”, le dije, y ella sonrió y fue hacia allá sin quitarse el abrigo.
    
    –¿Qué quieres tomar tú? –me preguntó sin dejar de examinar las botellas.
    
    –Lo que a ti te guste, para irnos parejos –contesté y, le solicité que me permitiera ayudarla para quitarle el abrigo.
    
    –¡Qué caballeroso! ¿Tendrás algún interés adicional? –preguntó con picardía.
    
    –Siempre soy atento y nunca tomo lo que no me den… aunque esté riquísimo –contesté viéndole el pecho con lujuria cuando ya tenía su abrigo en mi mano.
    
    –¡Ja, ja, ja, qué cara de deseo pusiste, ja, ja, ja! –se rio del gesto que hice– Ya veremos si mereces que te ofrezca algo de tomar. No será leche, porque los envases están vacíos desde hace años. En cambio, ustedes los hombres, siempre rebozan y quieren darla tomada o inyectada –dijo acariciándome el pene por encima de la ropa provocándome una gran erección. “¿Será semenólica o sólo alcohólica?”, me pregunté al verla tan insistente en acariciarme, sin soltar la botella que había elegido.
    
    –Empecemos con ésta –dijo, extendiéndome la botella, la otra para los postres, si es que no nos quedamos borrachos con el alcohol –precisó dejándome claro que quería coger.
    
    Le indiqué que iría a la cocina para lavarme las manos y preparar algunos bocadillos de carnes frías, pan y queso, y ella me siguió para auxiliarme. Mientras agachados veíamos en la nevera, pegó su ...
    ... rostro junto al mío, volteó la cara abriendo sensualmente la boca solicitando un beso, el cual le di y abrazándola con una mano en la espalda y la otra en las nalgas. Ella movió su pubis acariciando mi turgencia.
    
    –Terminemos aquí, para ir a divertirnos a la sala –le pedí.
    
    –Sí, será más cómodo… –aceptó, poniéndose a trabajar de inmediato.
    
    –¿Qué música quieres que ponga? – pregunté acercándome al aparato de sonido.
    
    –La que quieras, con la que te guste yo me acoplo –dijo antes de empinarse la primera copa y se quitó la blusa quedando su brasier como si fuese a reventar –después, cuando lleguemos al tequila y estemos tranquilos pones las “tiranas” –concluyó sirviéndose otro trago.
    
    Antes de que también se lo tomara, me acerqué para darle un beso y pasar mis manos por detrás de ella y desatar el sujetador. Sus chiches quedaron libres y me las ofreció levantándose un poco para que me quedaran en la cara. Las acaricié, las amasé y me metí a la boca los dos pezones juntos.
    
    –¡Goloso! ¿No te parece que debes probar primero una y luego otra? –me ordenó y yo le obedecí metiéndome en la boca todo lo que pude de una sola. Stella gimoteó de placer y luego hice lo mismo con la otra.
    
    –¡Qué rico succiona tu boca! Ya me imagino lo que me harás en la vagina –dijo empezando a quitarse la falda y los calzones mientras yo seguía mamando a placer…
    
    –Y vas a querer que tome lo que te dejó Cornelio en la mañana –afirmé.
    
    –¡Ja, ja, ja, no, cómo crees! Me aseé muy bien cuando se ...
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