La mejor de todas las putas
Fecha: 15/02/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: erostres, Fuente: CuentoRelatos
... para pedir una secretaria que sepa cumplir una orden sencilla. Me voy. Búscame un buen hotel en París y un coche que me espere.
Lucía maldijo a su jefe en silencio. Nunca le había caído bien. Era tan prepotente, tan egocéntrico. No respetaba a nada ni a nadie, salvo a su esposa… Con ella era diferente, hasta parecía otra persona cuando Marta estaba presente. Quizá debería mandar a la mujer de Carlos a la sala del grupo que estaba esperando a la prostituta. Quizá Marta pudiera evitar que se siguieran usando a las mujeres como moneda de cambio. Pero sería arriesgado… Podría perder su empleo. Lucía dejó de divagar cuando vio a Marta acercarse. Venia como siempre, discreta y elegante. Llevaba un traje chaqueta negro y una blusa blanca. Daba gusto verla andar con esos tacones. No entendía como se casó con un bruto como su marido. Ella era una dama con clase, una señora de las de antes.
—Hola Lucía, parece que tenemos un día de urgencias… Carlos me ha comentado algo por teléfono pero a duras penas lo he entendido. ¿Qué fuegos hay que apagar?
—El señor Palacios va hacia el aeropuerto. Ha surgido una crisis en París, pero aquí hay que cerrar una operación muy importante con unos clientes que llevan tiempo esperándola.
*****
Carlos recibió la llamada de Lucía nada más llegar al aeropuerto. Sabía que pese a parecer algo desagradable y una mujer antigua, era una de las secretarias más eficientes que había tenido nunca. Todo estaba arreglado. Solo tuvo que recoger la ...
... tarjeta de embarque en el mostrador de la compañía. Primera clase, y el vuelo salía en veinte minutos. Había conseguido también hotel y coche en París. No lo podía haber hecho mejor.
Su avión esperaba en la cabecera de la pista el permiso para despegar. Ya sentado y relajado en el espacioso asiento abrió su maletín y sacó unos documentos. Aprovecharía el vuelo para conocer hasta el último detalle de lo que le esperaba al aterrizar. En ese momento sonó el teléfono, era Marta.
—Dime, cariño —contestó Carlos.
—…
—Sí, es cuestión de vida o muerte. Hay mucho en juego.
—…
—Ya sé que no lo entiendes; pero créeme, necesito que confíes en mí y des lo mejor de ti.
—Por favor, apague el móvil. Vamos a despegar —interrumpió una preciosa azafata de bonita sonrisa.
—Un segundo, en seguida acabo —protestó Carlos.
—Señor, no podemos esperar. Apague el móvil ahora mismo. —La azafata ya no sonreía, tenía una mirada fría.
—Cariño, te tengo que dejar. Haz lo que te pidan y no te preocupes por nada, te lo compensaré.
*****
Marta colgó el teléfono pálida; la sangre había abandonado sus mejillas, las piernas le temblaban. Necesitó apoyar las palmas de las manos sobre la lustrosa mesa de caoba para asimilar lo que acababa de oír. ¿Qué podía estar en juego para que Carlos le pidiera eso? ¿Su vida tal vez? No podía correr riesgos. Las instrucciones habían sido muy claras. Frente a ella tenía sentadas a tres personas, todas vestidas impecablemente con trajes formales y ...